La compañía de Leverkusen (Alemania) pagará 128 euros en efectivo a los accionistas de la firma de transgénicos Monsanto, lo que supone una prima del 44% respecto al cierre de la jornada bursátil del 9 de mayo, cuando se anunció la intención en la adquisición. La primera oferta fue de 122 dólares, rechazada por la compañía estadounidense.
- La sede central del negocio de semillas se ubicará en San Luis (EE UU) y la agroquímica en Monheim (Alemania).
- Deberá superar el escrutinio de las autoridades regulatorias de todo el mundo, por la concentración en el negocio de semillas y fertilizantes. Previsiblemente, los reguladores exigirán la venta de activos de semillas de algodón, soja o colza en todo el mundo.
- Bayer se hace con una de las compañías con peor imagen en Europa, Monsanto, por su desarrollo de los cultivos transgénicos, un negocio al que el Viejo Continente prácticamente ha renunciado.
- La facturación de Monsanto supera los 13.000 millones de euros, de los que el 68% corresponde al negocio de semillas y el 32% al agroquímico. Bayer ingresa 45.000 millones.
En el acuerdo, se incluye los 9.300 millones de deuda y establece una cláusula por la que Bayer tendrá que indemnizar a Monsanto con cerca de 2.000 millones si la transacción se ve frustrada por las autoridades regulatorias.
El conocido fabricante de la Aspirina, con una facturación en 2015 de 46.300 millones, suma el negocio de semillas y fertilizantes de Monsanto, cercano a los 13.000 millones al año. Se une así a su división de CropScience –químicos y semillas para cultivos– reforzando ese área agrícola.
Los expertos indican que es probable que las autoridades regulatorias obliguen a la empresa resultante a vender activos en los segmentos de semillas de soja, algodón o colza para dar el visto bueno a la operación. Además, Bayer percibe un potencial de sinergias entre las compañías de 1.500 millones de euros a partir del tercer año del cierre de la integración, que se prevé para 2017.
“Esta decisión es un paso importante para nuestra división de agroquímica Crop Science y consolida la posición de Bayer como empresa mundial e innovadora de ciencias biológicas”, aseguró Werner Baumann, presidente de Bayer. “Con esta transacción logramos un notable valor para nuestros accionistas, clientes, empleados y para la sociedad”, añadió este directivo, ascendido al cargo en mayo, unos días antes de anunciar la ambiciosa decisión. De hecho, en lo que va de año, esta es la mayor adquisición en el mundo.
Desde el punto de vista de la empresa de transgénicos, “el anuncio supone la confirmación de todo los que hemos logrado y del valor que hemos conseguido para los accionistas”, afirmó Hugh Grant, presidente de Monsanto.
Además, se trata de la mayor adquisición en los 150 años de Bayer y la mayor operación de una empresa germana, superando a la compra de Chrysler en 1998 por parte de Daimler. También bate un récord de una adquisición en efectivo, por delante de la protagonizada por la cervecera InBev cuando se hizo con Anheuser-Busch por 53.630 millones de euros al cambio actual.
La firma de Leverkusen prevé financiar la transacción mediante una combinación de deuda y capital propio, que en este último caso será de 16.965 millones. Llevará a cabo una ampliación de capital y tiene garantizada una financiación puente de alrededor de 51.000 millones de los bancos Bank of America-Merrill Lynch, Crédit Suisse, Goldman Sachs, HSBC y JP Morgan.
Los protagonistas de un sector en concentración
Esta transacción se suma a los últimos movimientos de concentración en el sector químico y de agricultura, en un momento de debilidad en el mercado de materias primas. Bayer se convertirá en el referente del sector.
El pasado mes de febrero, la corporación pública ChemChina –con ingresos por 37.100 millones de euros– presentó una oferta por Syngenta de 38.053 millones. Esta multinacional suiza se trata del mayor rival de Monsanto en el negocio agroquímico, con unas ventas de 11.580 millones.
A su vez, las históricas compañías químicas estadounidenses DuPont y Dow Chemical anunciaron este año un acuerdo de fusión. Sin embargo, ese coloso de 64.000 millones de cifra de negocio, se dividirá en tres empresas: de protección de cosechas –que competirá con la nueva Bayer–, una de materiales y otra de productos especiales.
La radiografía del futuro de Bayer muestra una compañía que facturará alrededor de 57.000 millones. En Bolsa, la germana dispone de una capitalización de 79.000 millones. Los inversores saludaron ayer la operación con una subida de la cotización con una apreciación del valor del 0,59%. Por su parte, Monsanto cuenta con un valor bursátil de 41.000 millones. A media jornada en la sesión de Nueva York, sus títulos ganaban un 0,6%, hasta los 106,75 dólares.
Las agencias S&P’s, Moody’s y Fitch consideran que con esta compra, Bayer suma un elevado nivel de deuda y se va a adentrar más en el sector de semillas en detrimento del farmacéutico, desvirtuando el que hasta ahora era su perfil, informa Efe. El pasado año, la alemana disgregó su negocio químico de materiales en una nueva cotizada, llamada Covestro, para centrarse en el área de ciencias de la vida.
(Ref Belén Trincado-cinco días)