El sida hoy ya no es mortal por la eficacia de los antirretrovirales. Las muertes por cáncer han bajado un 20% en el último cuarto de siglo debido a las nuevas terapias, incluso el 70% de estos pacientes sobrevive cinco años tras el diagnóstico. Y la hepatitis C, hasta hace poco una patología incurable, remite gracias a los tratamientos recientes.
El reto para los expertos es cómo la sanidad pública en déficit asumirá la necesidad de nuevos fármacos que son más caros
Manel Peiró Posadas, profesor del departamento de Dirección de Personas y Organización de la escuela de negocios Esade y asesor de instituciones sanitarias público-privadas, afirma que las compañías farmacéuticas son las que más han financiado la investigación en los últimos 15 años de manera continua. “Es el primer sector en I+D en España. No solo para la obtención de fármacos, sino que genera unos beneficios adicionales, al activar a una industria auxiliar (desde hospitales, donde se hacen los ensayos clínicos, hasta la creación de empresas y startups)”, añade.
De hecho, en el mundo se percibe como la segunda industria más importante después de la alimentación, la tercera en España tras alimentación y energía, superando a la electrónica y de telecomunicaciones en ambos casos, de acuerdo con un informe de 2016 sobre la imagen del sector que publica Teva Foro Social y el Instituto DYM. Su contribución a la mejora de la salud, el bienestar social y la calidad de vida son los atributos que influyeron en la escalada de posición.
España es el quinto mercado farmacéutico de Europa por volumen de ventas y generación de empleo, por detrás de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, y el sexto en cuanto a producción. “Es modesto, pero importante. El hecho de que se plantee que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) venga a Barcelona [debido al brexit, aunque el referéndum catalán amenaza dicha candidatura] es porque hay un sustrato que tiene su relevancia”, opina Peiró.
El mercado farmacéutico español sigue en alza, a juzgar por los últimos datos publicados en mayo. Las farmacias facturaron 19,3 millones de euros, un 4,8% más que en el mismo periodo de 2016, según datos de la consultora hmR (Health Market ResearchEspaña). Estas cifras equivalen a la venta de 1.700 millones de unidades de productos, lo que representa un aumento del 1,5%.
Por un lado, la mayor compra de medicamentos antiinfecciosos y para el sistema nervioso están detrás de este crecimiento. El segmento de la prescripción registró una subida del 5,1%, recoge el informe.
Por el otro, la adquisición de productos sin receta para el cuidado de la salud, como la dermocosmética unisex y femenina, alimentación, sistema respiratorio, digestivo, artículos dermatológicos, higiene bucal, alimentación infantil o vitaminas, experimentaron un incremento del 3,9%.
Los fármacos para el sistema nervioso, los del sistema cardiovascular, aparato digestivo, metabolismo y respiratorio se mantienen aún en el top de ventas mediante recetas.
En tanto crece un 6% la adquisición de marcas (sobre todo en la compra de antiinfecciosos) frente al 1,6% de genéricos (preferidos para la compra de antitumorales en las terapias contra el cáncer), indica hmR.
Esa vocación innovadora hace que los laboratorios demanden más profesionales cualificados. En 2016, la industria sumaba 39.392 puestos de trabajo, un 1,1% más que el año anterior. El 93% de este monto es indefinido, el 59% es titulado y el 51%, mujer, recoge la última Encuesta de empleo de Farmaindustria, que agrupa 185 compañías que suman el 87,5% del mercado español.
Solo en el departamento de I+D, el empleo femenino representa el 65%, el dato más alto del tejido productivo, asegura la patronal. Mientras los contratos a jóvenes menores de 29, un colectivo con elevado paro a escala nacional, son los que más crecen en los últimos años.La subida fue del 13,9% el año pasado.
“La industria se alinea así con una de las necesidades más importantes del país: la calidad en el empleo, y uno de los retos, junto a la contratación indefinida, que subraya la ComisiónEuropea”, resalta Farmaindustria, que prevé superar este año los 40.000 puestos por el alza de la actividad (en 2016 el aumento fue del 3,3%).
“Cada vez más, desde las redes de ventas hasta la parte de investigación, es un sector con personas muy formadas y donde puede haber una concentración mayor de titulados superiores”, apunta Peiró.
Para el experto de Esade, cómo generar productos de real valor añadido y que pueda ser asumido por el sistema es el principal desafío. “La sanidad pública tiene una dificultad de financiación enorme y los nuevos fármacos son más complejos y más caros.
El ejemplo más claro es el tratamiento de la hepatitis C, el precio era prácticamente inasumible para cualquier economía, hasta que se ha negociado para rebajarlo. El mayor reto que tenemos es cómo vamos a pagarlo. Hay que jugar con un cierto equilibrio para garantizar la I+D y medicamentos menos costosos”, explica.
Y pese a los recortes, el envejecimiento de la población y las innovaciones en áreas terapéuticas serán sus motores de crecimiento futuro.
Crecimiento. Pese a ser un sector regulado y dependiente de los presupuestos públicos, el envejecimiento y las innovaciones terapéuticas en áreas oncológicas, por ejemplo, impulsarán su crecimiento, cita la memoria anual 2016 de Farmaindustria. La previsión media anual es de entre el 1% y el 4% a 2021, según la consultora IMS Health y que cita dicho documento.
Relación comercial. La UE es el principal socio comercial de la industria, a la que se destina el 52% de las ventas y de donde procede el 58% de las importaciones. Alemania, Bélgica, Francia y Holanda son los mercados clave, mientras Suiza, Estados Unidos, Japón y China son los cuatro extracomunitarios relevantes.
Nuevos fármacos. El año pasado se introdujeron al mercado 97 nuevos medicamentos, de los cuales 40 son genéricos, dos son biosimilares, 30 corresponden a nuevos principios activos y los 25 restantes incluyen principios activos o combinaciones de los mismos ya existentes en el mercado.
Otros retos. Para Farmaindustria, los desafíos se centran en la transparencia, la sostenibilidad del sistema y la inversión en I+D. El primero implica la publicación, desde 2016, de las colaboraciones de las compañías con el sector médico (pagos de viajes o formación). El segundo y tercero, combina el control presupuestario y el acceso a los medicamentos. El Gobierno y la patronal renovaron el año pasado un convenio de colaboración en este sentido.
Fuente: Cinco Días