El uso del tablet supone para los laboratorios y sus equipos dos grandes ventajas: una mayor “portabilidad” y, por consiguiente, una mayor usabilidad. Eliminar los catálogos en papel (incómodos, que quedan rápidamente desactualizados, que se deterioran… y en muchos casos, de un formato grande y pesado) para pasar a contener toda la información en una tablet no sólo supone una mayor agilidad en la visita, sino que también redunda en un aumento de la interactividad.
Con una correcta estructura de navegación en los contenidos, el delegado comercial puede utilizar los mensajes o contenidos que considere más adecuados en cada visita, permitiendo a su cliente interactuar, navegar, consultar aquello que realmente le interesa.
Finalizada la visita, las ventajas son también evidentes. Con la información en papel, al modo tradicional, toda la información recopilada en la visita médica debía permanecer o bien en la “cabeza” del visitador, o en los apuntes que se pudieran tomar durante la visita. Apuntes que, a posteriori, se debían trasladar a un formato digital para hacerlos perdurables.
Utilizar un catálogo digital supone que esa información, de gran valor para el laboratorio y para el propio profesional, quede registrada. Se obtiene así una valiosa información sobre el cliente: en qué productos se ha fijado más, cuáles ha pasado por alto, qué contenidos han despertado su interés, cuánto tiempo se ha dedicado a revisar cada uno de ellos, etc.
La tecnología se ha convertido en una herramienta comercial indispensable. La innovación y la creatividad aportan valor de manera continuada, y sectores como los laboratorios, donde las visitas son parte esencial del día a día, se conciencian cada vez más de las ventajas que supone dotar de una auténtica movilidad a su fuerza de ventas.