Nathalie Moll (Foto: Montaje)
En la actualidad fomentar la innovación en el desarrollo de nuevos tratamientos y terapias se ha vuelto más crucial que nunca. La creación de medicamentos y tratamientos efectivos no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también tiene un impacto significativo en la salud pública en general.
Desde una perspectiva económica, el sector farmacéutico y biotecnológico juega un papel fundamental en el crecimiento y la competitividad. Fomentar un entorno propicio para la investigación y la innovación no solo genera empleo, sino que también atrae inversiones y posiciona a los países como líderes en el ámbito de la salud.
En la actualidad, la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA) tiene una cartera de medicamentos que demuestra lo prometedora que es la cohorte de medicamentos que se avecina y los avances que se están logrando. Esto indica que el futuro de los medicamentos parece prometedor y que se están alcanzando logros significativos en la investigación y desarrollo de tratamiento.
Sin embargo, nada de ello sería posible sin la colaboración entre la industria, los organismos reguladores, las instituciones académicas, los profesionales de la salud y por supuesto los pacientes. “Ahora más que nunca, las empresas trabajan codo a codo con los pacientes y los grupos de pacientes para garantizar que los nuevos medicamentos en desarrollo satisfagan las necesidades de quienes los utilizarán”, explica Nathalie Moll, directora general de la EFPIA en una entrevista en ConSalud. “La colaboración con los pacientes no consiste únicamente en garantizar que las opciones de tratamiento tengan un impacto en los resultados sanitarios, sino también en encontrar avances progresivos que puedan mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familias”.
“Ahora más que nunca, las empresas trabajan codo a codo con los pacientes"
En concreto, la industria se está centrando en las necesidades no cubiertas, es decir, en desarrollar tratamientos para enfermedades raras, condiciones crónicas y problemas de salud que han sido desatendidos, así como en mejorar la accesibilidad y la eficacia de los tratamientos existentes.
Según datos de la federación, el 42% de las vacunas candidatas en desarrollo de los miembros de ‘Vaccines Europe’ tienen como objetivo abordar enfermedades o combinaciones de enfermedades para las que no se ha registrado ninguna vacuna hasta ahora. Esto incluye una serie de necesidades actualmente no satisfechas, desde la prevención de cánceres asociados a infecciones hasta enfermedades que se transmiten de animales e insectos a humanos, así como patógenos resistentes a los antimicrobianos.
"La ciencia se centra cada vez más en encontrar tratamientos y curas para pacientes que actualmente padecen una enfermedad para la que no hay opciones, o donde los tratamientos existentes no satisfacen las necesidades o expectativas del paciente: esto se denomina necesidad médica insatisfecha (NMI)”, añade la directora de la EFPIA.
"La ciencia se centra cada vez más en encontrar tratamientos y curas para pacientes sin opciones"
Para comprender mejor las perspectivas de los pacientes sobre las necesidades médicas no satisfechas, EFPIA encargó un estudio en 2023 que explora las perspectivas de los líderes de pacientes en siete áreas de enfermedades diferentes. Las áreas fueron alergias y enfermedades de las vías respiratorias, enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardiovascular (ECV), diabetes, salud mental (depresión), esclerosis múltiple (EM) y enfermedades raras.
“La investigación reveló que una necesidad insatisfecha puede incluir la incapacidad de acceder a información de calidad sobre una terapia o tratamiento, el retraso o la falta de diagnóstico, la falta de un tratamiento o cura adecuados, la falta de atención y apoyo especializado y continuo a lo largo de toda la trayectoria del paciente”, explica Moll.
Para los pacientes, las necesidades no satisfechas a menudo van más allá del tratamiento en sí e incluyen cuestiones relacionadas con la asistencia social, el apoyo de pares, la educación continua, el empleo y la conservación del empleo, y las relaciones, la familia y la vida comunitaria. Se espera que con la llegada de las nuevas tecnologías podrían abrir camino a nuevas soluciones, especialmente en el contexto de los desafíos de salud en evolución, que incluyen el envejecimiento de la población, la resistencia a los antibióticos y el cambio climático.
Sin embargo, no será posible si no se fomenta la innovación a través de políticas y regulaciones que se alineen con este objetivo, garantizando que los tratamientos sean accesibles y sostenibles, especialmente en regiones donde las necesidades son más urgentes. A través de políticas bien diseñadas se incentiva el I+D, creando un entorno propicio para la innovación que responda a los desafíos actuales y futuros en el sector sanitario.
“Se espera que las negociaciones interinstitucionales comiencen en el segundo semestre de 2025"
En este contexto, la reforma de la legislación farmacéutica juega un papel crucial, ya que puede facilitar la introducción de nuevos medicamentos al mercado, simplificar los procesos de aprobación y garantizar que los tratamientos innovadores lleguen rápidamente a quienes más los necesitan. No obstante, esta reforma continuará bajo negociaciones hasta mediados de 2025.
“Se espera que las negociaciones interinstitucionales (diálogo tripartito) comiencen, bajo la presidencia danesa, en el segundo semestre de 2025. Las negociaciones tripartitas pueden durar hasta un año. Una vez que la legislación se adopte y entre en vigor, la Directiva tendrá un período de transición de 18 meses y un período de transposición de 2 años a la legislación nacional. Por lo tanto, podríamos imaginar que la legislación se implementaría a partir de 2030”, concluye la directora general de la EFPIA.
Fuente: ConSalud.es