Novartis, Roche y Pfizer fueron las compañías del 'top ten' que más gastaron en acuerdos con el sector.
La publicación de las transferencias de valor de la industria a profesionales y organizaciones sanitarias muestra que, de media, el top ten de laboratorios dedica el 3 por ciento de su facturación a ayudas para formación, pagos por servicios y acuerdos de I+D con médicos y organizaciones sanitarias.
Este dato para las compañías más grandes es muy semejante al que se desprende para el conjunto del sector, si se tiene en cuenta que, en conjunto, los laboratorios asociados a Farmaindustria dedicaron 496 millones de euros en 2015 a este tipo de colaboraciones con profesionales y entidades sanitarias sobre una facturación conjunta del mercado farmacéutico de 18.281 millones (incluidos los laboratorios no adheridos a Farmaindustria).
Esos 496 millones en acuerdos con profesionales y organizaciones sanitarias (de los que 190 son sobre investigación), suponen menos de la mitad de los 1.004 millones en inversiones en investigación registradas por las compañías farmacéuticas en 2015.
No obstante, los datos son dispares entre empresas. Entre las primeras del ranking por facturación, Novartis fue la que más gastó en acuerdos con profesionales y sociedades científicas el pasado año (37,2 millones), seguida de Roche (31,8 millones de euros) y Pfizer (29,8 millones). Sin embargo, si lo que se observa son los datos sobre su facturación, los mayores gastos en este tipo de acuerdos se dan en AstraZeneca (5,3 por ciento de su facturación), seguida de Roche (4,7 por ciento) y a bastante distancia, Lilly(3,5 por ciento de su facturación dedicada a estos acuerdos). Con todo, teniendo en cuenta que este tipo de acuerdos incluyen también convenios de I+D, los datos podrían variar mucho de un año a otro, por lo que habrá que esperar a la siguiente publicación para ver si las compañías mantienen esa línea.
Datos individualizados
De las cifras se extraen también otras conclusiones importantes. Entre ellas, el hecho de que los médicos parecen haber sido poco proactivos en la comunicación de los datos de lo que reciben de la industria farmacéutica, puesto que en numerosos laboratorios más de un 95 por ciento de los médicos que han recibido ayudas no han autorizado la publicación de su datos individualizados.
En este sentido, hay también grandes diferencias entre laboratorios que parecen indicar también distinto esfuerzo en este primer año por recabar los datos individualizados del médico. Así, en GSK prácticamente el cien por cien de los datos figuran individualizados. Las negativas del médico a publicar los datos con su nombre y apellido han alcanzado al 62 por ciento de los médicos que han recibido ayudas de Abbvie para congresos; al 68,8 por ciento de los que han ido financiados por Novartis; al 77,8 por ciento de los de Roche; al 85 por ciento de los de Bayer; al 91 por ciento de los de BMS; al 92 por ciento de los de AstraZeneca; al 93 por ciento de los de Sanofi, al 96 por ciento de los de Pfizer, y al 96 por ciento de los de Gilead, dando muestra de un escaso apoyo del médico a la iniciativa en esta primera publicación de los datos.
Las cifras dejan claras también otras conclusiones, como que las sociedades científicas estarían canalizando el 35 por ciento de las ayudas de la industria para formación y congresos, en tanto acaparan 66 millones de euros para este tipo de acuerdos, frente a los 119 millones que los laboratorios han aportado directamente a profesionales particulares para facilitarles la inscripción y los gastos de desplazamiento y alojamiento a congresos.
El sosiego en la lectura de los datos publicados el pasado viernes por los laboratorios permitirá además, en las próximas semanas a buen seguro, extraer también conclusiones sobre el peso de esta clase de ayudas en las cuentas de las sociedades científicas, una cuestión a la que se han adelantado ya algunas, como la de Pediatría o la de Hematología, con la publicación de datos anuales sobre todas sus fuentes de ingresos.
Fuente: Diario Médico