En total, España comercializó en 2022, 1.144 nuevas presentaciones.
El ritmo de los avances farmacéuticos se mantiene estable en España. Concretamente, según la última edición de la revista 'Panorama Actual del Medicamento' del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof), durante el año pasado se incorporaron 32 nuevos principios activos centrados en los campos de Oncología (14 medicamentos) y fármacos huérfanos (7).
Esta cifra supone un descenso respecto a 2021, cuando fueron cuatro más y se convierte en el cuarto año consecutivo de descenso. Tal y como detalla este informe anual, se comercializaron un total de 1.144 nuevas presentaciones (donde están incluidos también los principios activos ya existentes); sin embargo, el número de bajas ha sido mayor y se sitúa en 1.892.
A pesar de este descenso, los autores del artículo indican que hay "estabilización" en la última década respecto a la incorporación de sustancias nuevas. Aunque bien es cierto que hubo una interrupción en el 2020 con la pandemia del Covid-19, fue entonces cuando se registró el menor número de comercializaciones desde 1977, la fecha en que empezaron los registros. No obstante, en 2021 se consiguió remontar la situación. Desde que la revista empezó a recoger estos datos, hace 46 años, el arsenal farmacéutico español ha incorporado hasta 1.277 nuevos principios activos.
¿Cuál es la composición de estos tratamientos? Según especifican, en 2022, el 83 por ciento fueron de un solo componente, el 14 por ciento tenía dos principios activos y el 3 por ciento multicomponente.
Asimismo, el Covid-19 sigue dando 'coletazos' y se cuela en esta memoria, ya que durante el pasado año se llegaron a comercializar hasta cinco nuevas opciones terapéuticas dentro del grupo de antiinfecciosos para uso sistémico. Entre ellas destaca el primer tratamiento oral para esta patología, Paxlovid, destinado a reducir los efectos más graves de la enfermedad.
Por otro lado, también llegó al mercado lumasirán para el tratamiento de la hiperoxaluria primaria tipo 1. Se trata de un fármaco de tecnología ARN autorizado por vía subcutánea que supone el primer tratamiento dirigido frente a la fisiopatología específica de la enfermedad.
Mientras que en el artículo también subrayan la comercialización de cabotegravir. En este caso es un antirretroviral incluido en un medicamento inyectable, el primero de su clase, que tiene un gran potencial en la profilaxis pre-exposición.
Fuente: Redacción Médica