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La falta de medicamentos en la oficina de farmacia ha venido para quedarse. Sólo en la primera semana de febrero se ha informado de 99 medicamentos sin suministro en Madrid, según el Sistema de Información de Desabastecimientos (SID) del COFM. El desabastecimiento o las faltas, por roturas de stock o problemas de producción, son ya un problema habitual en España y en el resto de Europa.
Las causas son múltiples e incluyen problemas de suministro de principio activo al fabricante, de producción por cualquier causa, de planificación o de prioridades para el propio fabricante. ¿Puede el menor precio afectar a su disponibilidad? El compromiso de suministro y la responsabilidad de fabricantes, proveedores y compañías es un imperativo legal.
Sin embargo los datos muestran que las faltas en Madrid se producen en medicamentos de menos de 5 € con más frecuencia: 15 de las 20 presentaciones en falta informadas por SID-COFM. Fabricar y atender la demanda de medicamentos es, además, una cuestión comercial, pero las circunstancias pueden hacer que parezca que el interés comercial no existe.
Cuando una línea de producción compartida con otros principios activos está al máximo de su capacidad, hay que tomar decisiones. Podría darse el caso de que se prioricen otros medicamentos por razones técnicas o de margen financiero. Un medicamento con un precio muy bajo en España puede fabricarse para atender de manera prioritaria necesidades en otros mercados con un precio mayor. El fabricante puede competir, incluso, con otras compañías que compran el principio activo genérico para otros mercados europeos.
En un contexto de márgenes reducidos, también el fabricante puede preferir darle prioridad a la producción de otras moléculas con mejor margen, posponiendo la producción del genérico de menor margen. Una decisión, hasta cierto punto, entendible. Si los precios siguen bajando, esta situación se agravará.
El informe de AIReF sobre el mercado de genéricos indicaba que era posible obtener ingresos para el Estado de la oficina de farmacia y de las compañías proponiendo subastas e interviniendo los descuentos. El impacto de estas medida llegó a concretarse en 1.000 millones de euros por el Gobierno. Las compañías de genéricos y las farmacias no tienen 1.000 millones disponibles en sus cuentas de resultados. Junto a otras medidas, la cifra final de ahorro para el Estado llegó a estimarse por AIReF en 1.500 millones de euros. Eso puede disminuir aún más la rentabilidad de ciertos medicamentos genéricos haciendo inviable su producción para la venta en España.
Algunas faltas sí implican una interrupción de tratamiento, pero no es lo más frecuente. Las oficinas de farmacia invierten un tiempo relevante en atender los problemas de suministro. La gestión de las faltas de medicamentos ocasionan la dedicación de casi 7 horas a la semana de los profesionales de la farmacia. Además, las molestias o problemas de seguimiento de los tratamientos de los pacientes afectados. Las alternativas con el mismo principio activo todavía son el más común de los escenarios, que solucionan desde las boticas. Sin embargo, el problema está lejos de solucionarse.
Fuente: El Global
