Protesta de trabajadores de RTVE en Barcelona.
El desbloqueo de RTVE se precipita. El Gobierno ya había tomado la decisión de promover un decreto ley para evitar el vacío de poder que se producirá el viernes, cuando acabe el mandato de José Antonio Sánchez. Ahora ha dado un paso más. A falta del redactado final del decreto, el PSOE ya está ultimando los apoyos necesarios en el Congreso para sacarlo adelante y nombrar rápidamente un nuevo presidente temporal mientras se pone en marcha el concurso que debería elegir al sucesor de Sánchez, según fuentes parlamentarias.
Los apoyos parlamentarios no están completamente cerrados, porque el decreto aún no ha sido entregado a los grupos, pero los negociadores están convencidos de que tendrá respaldo suficiente entre las formaciones que forman el núcleo del respaldo del Ejecutivo, esto es las que apoyaron la moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez.
Este viernes es el día clave. El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, concluye su mandato y se producirá un vacío de poder. La idea que manejan los grupos es la de aprobar un decreto que no anule el concurso público que está en la ley aprobada en 2017, y cuyo desarrollo se ha retrasado ya ocho meses. Muchos grupos, en especial Podemos, insisten en que el concurso es imprescindible porque es la fórmula acordada entre todos. Pero como puede tardar varios meses en ponerse en marcha, y el PP tiene capacidad de retrasarlo indefinidamente, el PSOE les ha propuesto que se pueda elegir en el Congreso un presidente de forma temporal para que no haya vacío de poder y sobre todo para evitar que el PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, pueda controlar todo el proceso con el respaldo de Ciudadanos.
Los grupos intentarán que Ciudadanos se sume al consenso del decreto aunque fuentes de este partido lo ven muy difícil. Ellos han optado por sumarse al PP para desbloquear el proceso del concurso.
Las fuentes consultadas indican que aún no se está hablando de nombres pero la idea es elegir a alguien de trayectoria profesional indiscutible que tiene que ser aceptado por varios grupos. El decreto es inminente aunque no está claro si iría esta misma semana al Consejo de Gobierno o más adelante.
Cuando Sánchez ganó la moción de censura, se instaló en el mundo de la política la idea de que podría gobernar pero prácticamente no tendría capacidad de aprobar nada en el Congreso. Con 85 diputados de 350, algo absolutamente inédito en la democracia española, parecía prácticamente imposible sacar adelante ninguna reforma importante. Sin embargo, tanto desde el Gobierno como desde el PSOE trasladan que la situación parlamentaria no es tan débil como parece. Están convencidos de que hay consenso para tomar decisiones importantes en los próximos meses en asuntos sensibles como pensiones, eutanasia, ley mordaza o retoques a la reforma laboral.
El decreto ley de RTVE será con toda probabilidad una primera muestra de que esa mayoría heterogénea puede tomar decisiones importantes. Varios grupos, con el impulso de los representantes de los trabajadores, coinciden con el Gobierno en que la situación en el ente público es insostenible. El presidente de RTVE ya ha anunciado en el Consejo de Administración que su mandato decae y a partir de ahora se harán turnos mensuales entre los consejeros para presidir el ente. Pero ninguno de ellos tendrá poder para hacer nada, por lo que la gestión se llevará cabo por el equipo de Sánchez. Ante la posibilidad de que esta situación se eternice, el decreto se abre paso.
El pacto alcanzado por el PP y Ciudadanos para poner en marcha el concurso público para elegir a la cúpula directiva de RTVE no garantiza la neutralidad, según denuncian los trabajadores de la televisión pública. Consideran que el proceso estaría “teledirigido”, ya que ambos grupos tendrían mayoría absoluta en el comité de expertos que se encargaría de seleccionar a los candidatos. Además de sumar una mayoría de bloqueo, podrían filtrar —sin necesidad de consensuar con otros grupos— las candidaturas para acceder a las 10 plazas del consejo de administración de RTVE, incluida la del presidente.
Fuente: El País