Pedro Sánchez, Nadia Calviño, Teresa Ribera y Josep Borrell.
A falta de los últimos nombramientos, el equipo de Gobierno de Pedro Sánchez se presenta a priori como un gabinete europeísta, con experiencia, antisecesionista, sin veleidades populistas y feminista.
Pedro Sánchez anunciará hoy todos los nombres de quienes compondrán su gabinete, pero los ejes principales ya se conocen. Los ministros que se fueron conociendo el lunes y el martes tienen un marcado perfil de estabilidad, tanto económica como política y territorial. Pero hay dos que descuellan del resto. Se trata del ministro de Exteriores, Josep Borrell, que dio el sí el lunes, y Nadia Calviño, nueva ministra de Economía. El primero fue presidente del Parlamento Europeo y la segunda era hasta ayer directora general de Presupuestros de la Comisión Europea.
Con el fichaje de Calviño -avanzado en primicia por EXPANSIÓN ayer-, Sánchez apuntaló el armazón principal de un Gobierno que quiere ser también sólido, con galones técnicos. Y que tendrá la estabilidad presupuestaria como eje de la política económica, al menos este año en el que el PSOE ha asumido las Cuentas del PP.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló por la mañana de ayer con Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, según fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo español. Le comunicó el nombramiento de Calviño -muy cercana a él- y otros, como garantes del mensaje de "estabilidad económica" que quiere transmitir a los mercados.
Entre esos nombres figuran el de la exministra de Cultura Carmen Calvo como vicepresidenta y titular de Igualdad, José Luis Ábalos (ministro de Fomento), Meritxell Batet (Administraciones Públicas), Carmen Montón (Sanidad), Teresa Ribera (Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente) o Margarita Robles, cuya cartera está aún por confirmar.
La que ha generado menos alegrías en el mundo empresarial es María Jesús Montero, ministra de Hacienda. Como consejera del ramo en Andalucía (su nombramiento es un guiño a Susana Díaz, enemiga de Sánchez), Montero ha defendido armonizar al alza Sucesiones y Patrimonio, dar financiación extra a las regiones y una mayor cesión de los impuestos estatales, entre otras medidas que han provocado dudas sobre ella.
La prioridad económica del nuevo Ejecutivo es cortar de raíz los conatos de incertidumbre que se generaron tras la moción de censura, en plena crisis italiana. Si algo se ha demostrado en las últimas semanas, es que, aunque la economía vaya mejor, España no está aún blindada, ni mucho menos, ante una nueva crisis del euro. Para las fuentes del PSOE consultadas, los nombramientos de Calviño y Borrell subrayan la idea de que España no es Italia y de que el compromiso europeísta de Sánchez es "claro".
Fuente: Expansión