España cerró 2017 con una deuda pública del 98,4% del PIB, es decir, siete puntos por debajo de la de las nueve grandes economías industrializadas, que, además de España, son EEUU, la Eurozona, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá, e Italia.
Pero, dentro de ese grupo, España es también el país en el que más ha crecido el endeudamiento de las Administraciones Públicas desde 2012: casi 12 puntos, del 85,7% del PIB al 98,4% actual.
Además, el crecimiento de España es, de forma casi permanente, el mayor de todas las grandes economías industrializadas, por lo que, en teoría, debería reducir su deuda pública más deprisa y, sobre todo, en el medio plazo. Y el déficit español es casi 12 puntos mayor que el del conjunto de la UE.
Ésa es la tesis del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe Monitor Fiscal, que hoy ha presentado en Washington. En el documento, el Fondo pide una reducción en medio punto en 2018 del déficit estructural primario. El déficit estructural es los números rojos de las Administraciones Públicas una vez descontado el efecto, teóricamente positivo, en la recaudación y el gasto - más ingresos por impuestos y menos gasto público -, del que hecho de que España esté creciendo por encima de su potencial. A su vez, el déficit primario es el que corresponde exclusivamente a los ingresos menos gastos del Estado, sin contar los intereses de la deuda.
Una de las sugerencias del Fondo es que España recaude más por IVA. El documento sitúa a España, junto con Gran Bretaña e Italia, como uno de los países en los que ese impuesto causa distorsiones en la actividad económica, sin generar toda la recaudación que podría.
La razón de ello no es el fraude - de acuerdo con los datos del FMI, España es uno de los países con menos fraude en el IVA de la UE - sino la estructura del impuesto. La UE también ha declarado que el IVA español debe ser reformado para que recaude más.
Fuente: El Mundo