En el contexto de la huelga feminista que se celebra mañana son muchos los estudios que se están publicando sobre las distintas brechas que separan a los hombres y mujeres. Las que copan más titulares son quizá la de la brecha salarial o la de cuidados en el ámbito del hogar pero hay una que es incluso mayor: la brecha de jubilación, la diferencia de lo que recibe en pensión un hombre y una mujer.
Según recoge el estudio 'Hacia la progresiva reducción de la brecha de género en las pensiones contributivas', elaborado por Mercedes Ayuso y Elisa Chuliá, miembros del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, en España esa brecha está en la actualidad en el 34% según los últimos datos del año 2016, una cifra muy superior al 23% que supone la salarial en España . Y si, además, en esa brecha se incluye a toda la población mayor de 65 años y no solo a la parte que recibe pensión, la diferencia se dispara hasta el 52% ya que muchas mujeres no reciben pensión por no haber tenido un trabajo remunerado.
De hecho, no se puede explicar esta brecha de género en la jubilación sin ahondar en la tardía incorporación de la mujer al mercado laboral, ya que su papel social fue durante muchos años el de cuidar de los hijos y de las tareas del hogar. "No hay que poner en cuestión que existe una brecha de género en las pensiones pero esta diferencia no obedece a que en España hayamos tenido una legislación discriminatoria sino a las desigualdades que preceden al alta en el sistema", apunta Elisa Chuliá.
Aunque incide en que "si bien no hubo discriminación tampoco nunca ha habido incentivo para incorporar a la mujer al trabajo". De hecho, hasta los años 2011 y 2013 no se dieron pasos en esta dirección al incluir bonificaciones por cuidado de los hijos.
La tardía incorporación de la mujer al mercado laboral implica en gran parte las bajas pensiones que reciben de media las mujeres en España pero analizando año a año también se ve cómo esa brecha no ha hecho más que reducirse en el tiempo. Así, hace apenas 12 años una mujer entraba al sistema de pensiones cobrando un 46 por ciento menos que un hombre mientras que en 2016, la diferencia entre la era del 22%.
De ahí que Chuliá se muestre optimista con respecto a cómo evolucionará en el futuro esa brecha de las pensiones. "Si se mantiene la tendencia sí podríamos ver cómo en 10 años desaparece la brecha de las pensiones para las nuevas altas ya que ahora las mujeres cuentan con carreras laborales más largas y bases regulatorias más altas", afirma.
Sin embargo, en esa extinción de la brecha de la jubilación no sólo influye que cada vez se cotice por periodos más largos. También que en esos periodos laborales mujeres y hombres perciban el mismo salario por el mismo puesto. Y esa, de momento, no es la realidad ya que según los datos de la Encuesta de Estructura Salarial del INE las mujeres cobran de media entre un 16%y un 38% menos que los hombres, según la franja de edad.
Fuente: El Economista