La banca está recurriendo cada vez más al cobro de comisiones por servicios para tratar de amortiguar la caída de ingresos por la concesión de crédito derivada de los bajos tipos de interés. Las ocho entidades cotizadas de nuestro país facturaron el año pasado solo en España un total de 8.839 millones de euros por esta vía, un 11% más que en 2016. Así, esos ingresos ya suponen el 32,6% de la facturación recurrente (margen de intereses más comisiones), 2,1 puntos más que en el ejercicio anterior, lo que da una idea de cuánto están explotando este negocio.
Los tipos de interés próximos al cero o incluso en negativo -el Euribor sigue en el -0,19%- ha abaratado los préstamos y por tanto el margen de intereses del sector, que es la diferencia entre lo que los bancos cobran por sus créditos y lo que pagan por los depósitos, continúa cayendo en casi todas las entidades. Para tratar de compensar esa caída de la facturación básica, los bancos redujeron primero la remuneración de los depósitos al máximo, y luego compensaron al aplicar una política de recorte de costes que continúa con el cierre de oficinas y los despidos masivos de empleados.
Eso no ha sido suficiente, y la mayor facturación por comisiones y servicios se ha convertido en otra vía para mejorar la rentabilidad. Aunque en ejercicios anteriores ya se observó tímidamente esta tendencia, 2017 fue el año en que los ingresos por este concepto de la banca en España más se incrementó. Las cuenta de Banco Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, el Sabadell, Bankinter, Unicaja y Liberbank registraron en ese ejercicio 876 millones de euros más en comisiones netas. Y en algunos casos los crecimientos fueron superiores al 10% e incluso cercanos al 20%.
Caixabank fue la entidad que más elevó sus ingresos por servicios, en concreto un 19,5% o en 409 millones, hasta los 2.499 millones de euros. Cabe recordar que el grupo presidido por Jordi Gual es especialista en productos distintos de los bancarios como los fondos de inversión y de pensiones y los seguros de vida. De hecho, su aseguradora Vidacaixa es ya la primera del país en ese ramo y la entidad es un referente por su capacidad de distribución de estos productos, al contar con la red de sucursales más extensa del país, lo que le asegura una mayor capacidad de generar comisiones.
De hecho, según explican desde una de esas ocho entidades, 2017 fue un muy buen ejercicio en cuanto a la facturación por comisiones precisamente por la mayor tendencia de los ahorradores españoles a invertir su dinero en esos activos de más riesgo y en detrimento de los depósitos. El año pasado los fondos de inversión incrementaron su patrimonio un 11,7% o en 27.489 millones de euros, hasta los 263.207 millones, según datos de Inverco.
Ese incremento se produjo además no tanto por la revalorización de las carteras como por las suscripciones netas, que aumentaron un 55%, a 21.410 millones de euros. Además, el número de partícipes creció casi un 25%, a 10,3 millones de inversores. Y en un mercado tan bancarizado como el español, ese crecimiento lo acaparan sobre todo los bancos, lo que se traduce en más comisiones a su favor.
Junto con la gestión de activos y patrimonios, la partida de facturación por comisiones de los bancos incluye otros cargos como el uso de tarjetas de crédito, el mantenimiento de cuentas corrientes, la concesión de terminales de venta (tpv) a empresas y comercios, el servicio de cambio de divisas y las reclamaciones por descubiertos y posiciones deudoras, entre otros conceptos.
El Santander fue el año pasado el segundo banco que más incrementó su facturación por comisiones en España, un 16,1%, y le siguieron Bankinter (+11,7%) y el Sabadell (+10,3%). Estos tres grupos y Caixabank son los únicos que gracias a los ingresos por servicios ya compensan la caída del margen de intereses, así que sus ingresos recurrentes ya crecen. Además, en el caso del Santander y el Sabadell les permite incluso elevar ya el margen bruto, que incluye también los resultados derivados de la compraventa de deuda, que tras años aportando enormes ingresos ahora caen bruscamente.
Tanto el Banco de España como el BCE no dejan de reiterar a las entidades que el cobro por servicios debe ser una vía para mejorar la rentabilidad ante un contexto de tipos bajos prolongado. En buena parte de los ocho bancos estos ingresos ya suponen casi el 30% del negocio básico, lo supera en Liberbank, Bankia y Caixabank y en el caso del Santander llega ya hasta el 41,5% de sus ingresos típicos solo en España.
La banca española, en este sentido, parece estar haciendo sus deberes. Además, partía de una situación bien distinta a la del resto del sector en Europa. Mientras en España el margen de intereses supone el 65% de los ingresos de explotación, como en el caso de Alemania, ese peso se reduce al 56% en la banca italiana, al 54% en la británica y al 51% en la francesa, según un informe de BBVA Research.
En esos países los ingresos por comisiones tenían tradicionalmente un peso cercano o superior a un tercio de la facturación total. Las entidades de nuestro país, pese a su dependencia del negocio crediticio minorista, se han ido situando ya en esos niveles.
Esto es clave para la sostenibilidad de las cuentas de los bancos, pues aquellas más dependientes de las comisiones son más resistentes que si el peso recae en el margen de intermediación. Un informe de Goldman Sachs sobre la banca española apunta a que la facturación por comisiones de las entidades seguirá creciendo en 2018 y 2019, un 6% y un 2% respectivamente.
Fuente: ABC