Cristóbal Montoro quiere ir más allá de la rebaja de impuestos que el Gobierno ha pactado con Ciudadanos, y hoy ha afirmado que pretende rebajar el IRPF a los contribuyentes "con cierta edad, a los que hay reconocerles" los esfuerzos realizados. Según ha precisado el ministro de Hacienda, la reducción se llevaría a cabo mediante una "prima fiscal" y estará incluida en los Presupuestos Generales de 2018.
"Cuando tengamos el Presupuesto vamos a seguir bajando el IRPF en las rentas medias y bajas, porque ahí tenemos un segmento de contribuyentes muy numeroso. Y a medida que la bajada del impuesto estimula su capacidad económica, estimulamos el crecimiento y haciendo más inclusivo ese crecimiento", aseguró el titular de Hacienda durante la inauguración que realizó de las Jornadas Tributarias 'Asesores Fiscales: Transformar para Innovar', organizado por el REAF-REGAF del Consejo General de Economistas (CGE).
Pero para ello, evidentemente, será necesario que el Gobierno sea capaz de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El voto de Ciudadanos está asegurado gracias, en buena parte, al señalado acuerdo que alcanzaron en julio. Fiscalmente, el pacto incluye una rebaja del IRPF por valor de 2.000 millones de euros que hará que los trabajadores que cobren menos de 14.000 euros no deban declarar -la cifra hasta ahora era de 12.000 euros-.
Asimismo, las rentas menores de 18.000 euros también se verían beneficiadas y se elevarían deducciones a familias con dependientes y a las familias numerosas. A todo ello se suman otras medidas como la rebaja del IVA en el cine, que el próximo año pasará del 21% al 10%.
Las otras formaciones que se antojan claves en la votación de las cuentas son Coalición Canaria, Ahora Canarias y el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Con estos partidos el Ejecutivo ha ido también acordando diferentes medidas que en el caso del PNV pasa, principalmente, por el cupo vasco. De hecho, la aprobación de la Ley del Concierto y el Cupo en el Consejo de Ministros del pasado 3 de noviembre, en uno de los peores momentos de la crisis de Cataluña, fue considerada por parte de la oposición como la muestra de que el PNV dará su apoyo al Partido Popular.
Fuente: El Mundo