El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se han implicado y lideran la batalla final de España para intentar conseguir que la Agencia Europea del Medicamento se instale en Barcelona tras verse obligada a dejar Londres por el Brexit.
El Rey sabe que es casi imposible tras la crisis catalana, pero se ha ofrecido a hacer gestiones con los gobiernos europeos que más se resisten a la opción de Barcelona y Rajoy también está actuando personalmente en la ofensiva para conseguir votos suficientes en la Unión Europea el próximo día 20, según aseguran a EL MUNDO fuentes de la delegación española que defiende la candidatura. La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, mantiene informada a la Casa Real y a La Moncloa sobre los países que pueden salvar aún Barcelona y tanto ella como el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, están jugando la carta de un nuevo argumento político para ganar la carrera.
Esta baza para defender Barcelona consiste en convencer a los socios de que la Unión Europea daría un mensaje claro de que no hay secesiones en su territorio y se respeta la integridad territorial de sus miembros, lo cual favorecería la estabilidad no sólo de España, sino del club en su conjunto.
El propio ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, usó ese argumentario en la mañana de ayer durante la sesión de control del Congreso de los Diputados y enmarcó la candidatura en beneficio de «la Unión Europea en su lucha contra los populismos y los nacionalismos».
«Le garantizo que nos vamos a dejar la piel en ello», afirmó Dastis ante la pregunta de la socialista catalana Meritxell Batet. «Es una batalla que se antoja difícil, pero no le quepa la menor duda de que lo vamos a hacer. Lo vamos a hacer por Barcelona, porque la llegada de la Agencia del Medicamento supondría un espaldarazo no sólo para la ciudad sino también para toda España; por la Unión Europea en su lucha contra los populismos y los nacionalismos; por la economía de Barcelona, por el dinamismo empresarial que generaría y por su impacto en las ciencias de la salud», remachó el jefe de la diplomacia española.
La socialista Batet cerró filas con el Gobierno central y culpó al antiguo Ejecutivo de Puigdemont y a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de ser los responsables de que, como todo apunta, termine frustrándose la candidatura. «El Gobierno de España tiene que actuar a nivel internacional para transmitir de manera diáfana su apuesta por Barcelona como capital catalana, como capital española y como capital europea.
Hace unos meses, Barcelona era la ciudad favorita en esta carrera para conseguir la Agencia Europea de Medicamentos. ¿Qué ha pasado hasta ahora? Inseguridad jurídica, inestabilidad política, huida de empresas y una alcaldesa que actúa como una independentista, cosa que conlleva claramente su apuesta euroescéptica también. Sabemos que todo eso dificulta las negociaciones».
En la Casa Real declinan hacer comentarios sobre gestiones directas del Rey más allá de que éste respalda sin duda la candidatura española.
El problema de un excesivo protagonismo público del Rey es que pueda dar después la impresión de que su gestión ha sido ineficaz. Le sucede lo mismo a Rajoy.
Dastis se limitó a señalar que los esfuerzos «se van a redoblar» estos días y no ocultó la implicación del presidente. «Lejos de desanimarnos, estamos desarrollando grandes esfuerzos a todos los niveles en el Gobierno», afirmó ante la Cámara. Una fuente diplomática europea asegura que, sin la inestabilidad política en Cataluña, Barcelona era clara favorita para quedarse con la agencia de Londres. Juega en su favor que no sólo el millar de eurofuncionarios que alberga prefería la ciudad española que otras candidatas como Bonn, Bratislava o Milán, sino que la Agencia Española del Medicamento es una de las más reputadas en su sector y sería un eficaz apoyo.
Sin embargo, la dificultad es máxima para la votación del próximo lunes. El ministro de Exteriores de Alemania, el socialista Sigmar Gabriel, dijo ayer que, si Bonn no es elegida para acoger la agencia, apoyará a la ciudad italiana de Milán como la mejor opción. «Mi opinión personal es que Milán es una excelente sede para la EMA», indicó Gabriel en Roma, según Efe. Éste se reunió con su homólogo italiano, Angelino Alfano.
Está previsto que la votación sea secreta con tres rondas en las que participarán los 27 países miembros. Ganará la ciudad con más puntos. También compiten Ámsterdam, Atenas, Bratislava, Bruselas, Bucarest, Copenhague, Dublín, Helsinki, Lille (Francia), Oporto (Portugal), Sofía, Estocolmo, Malta, Viena, Varsovia y Zagreb.
Fuente: El Mundo