Con una media de 83 años, España es el segundo país con mayor esperanza de vida al nacer entre los países de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según su último informe, publicado este viernes. Este valor es casi tres años superior a la media de los 35 países miembros de la Organización, que se sitúa en 80,6 años. Solo Japón, donde este indicador alcanza los 83,9 años, supera la marca española.
Desde 1970 hasta 2015, la esperanza de vida en España ha mejorado en más de diez años, desde los 70 hasta sobrepasar los 80. Por sexos, las mujeres viven hasta cinco años más que los hombres, y superan los 85 años de media, al igual que en Japón, Francia, Corea del Sur y Suiza.
España también ocupa los primeros puestos en esperanza de vida a partir de los 65 años. El informe refleja que, tras alcanzar esta edad, los españoles viven de media 21 años más, lo que les sitúa en la tercera posición de la tabla por detrás de Japón y Francia. Sin embargo, tal y como advierte el estudio, este indicador no significa que estos años se vivan en condiciones de salud óptimas. De hecho, cuando se tiene en cuenta esta variable, la esperanza de vida a partir de los 65 cae hasta los 9,2 años, por debajo de la media de la OCDE (9,4 años).
Las altas tasas de esperanza de vida en combinación con las bajas tasas de fertilidad —1,3 hijos por mujer, una de las diez más bajas del mundo, según datos del Banco Mundial— convierte a España en uno de los países con peor proyección en cuanto a envejecimiento de la población. En 2050, según los cálculos que refleja el documento, casi un 40% de la población española tendrá más de 65 años. Una proporción solo superada, de nuevo, por Japón.
En gasto sanitario, España también se sitúa por debajo de la media de la Organización. Según refleja el documento, el Estado español gasta de media alrededor de 2.800 euros por habitante al año, casi 700 euros menos que el valor medio de los 35 países, que sobrepasa los 3.400 euros. España es uno de los países en el que más cayó la inversión en sanidad durante los años de la crisis. Entre 2009 y 2013, el Estado incrementó el gasto en 0,6 puntos. En años anteriores, esta tasa alcanzó los 3,4 puntos.
Si se tiene en cuenta el personal sanitario per cápita, España suspende en número de enfermeros: hay 5,3 por cada 1.000 habitantes, frente a los 9 de media del organismo. No ocurre lo mismo con el número de médicos, 3,9 por cada 1.000 habitantes, cinco décimas por encima del valor común. En cuanto al acceso a la sanidad, el 99,8% de los españoles tienen acceso a la sanidad pública, lo que supone dos puntos por encima de la media de la OCDE (97,9).
Fuente: El País