Cerca de las 13:15 (hora local) la tierra ha vuelto a temblar con mucha fuerza en México -32 años exactos después de aquel temblor que derrumbó la Ciudad de México y causó 10.000 víctimas- el suelo ha vuelto a sufrir un vaivén fortísimo de magnitud 7,1 que ha dejado al menos 217 muertos y más de 700 heridos, 40o de ellos en estado grave. Las placas tectónicas mantienen al país en una constante angustiosa alerta.
Entre las víctimas hay un ciudadano español, según han podido confirmar la embajada y el consulado españoles que, además, están tratando de localizar a otra decena de personas. Según fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID), el consulado ya ha contactado con la familia de la víctima, que ha identificado su cadáver. Se trata de un español residente en el país e inscrito como tal en el registro de matrícula consular.
De acuerdo con los datos de Protección Civil, hasta el momento se han contabilizado 71 muertos en Morelos, 86 en Ciudad de México, 43 en Puebla, 12 en el Estado de México, 4 en Guerrero y 1 en Oaxaca a causa del nuevo temblor.
El jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, informó que hasta el momento se registró el derrumbe de 30 edificios y el despliegue de 50.000 miembros de la administración capitalina en labores de remoción de escombros y atención a víctimas.
"Estoy consternada, no puedo contener el llanto, es la misma pesadilla que en 1985", dijo entre lágrimas Georgina Sánchez, de 52 años, en una plaza de Ciudad de México.
La capital, justo dos horas después de que se ensayara un simulacro de alarma ya previsto, sufrió un crujido durísimo que se ha sentido con más fuerza aún que con el ocurrido hace casi dos semanas. El seísmo, de magnitud 7,1, ha hecho literalmente temblar la ciudad de más de 20 millones de habitantes de forma muy violenta.
El presidente Peña Nieto ha asegurado que al menos 44 inmuebles han caído sólo en Ciudad de México y que puede haber personas atrapadas bajo este amasijo de ladrillo, ya que uno de los edificios es un supermercado. El presidente ha anunciado la convocatoria del Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación.
Un total de 32 niños y cinco adultos murieron entre los escombros de una escuela que se derrumbó en el sur de Ciudad de México, informó el subsecretario de Educación Básica, Javier Treviño. "Tenemos hasta ahora el reporte de 32 niños y cinco adultos", afirmó, además de 11 personas rescatadas en las ruinas del Colegio Enrique Rebsamen.
Los vecinos solicitan todo tipo de útiles como baterías, linternas y botellas de agua para apoyar las labores de desescombro en las inmediaciones de la escuela que se ha convertido en uno los lugares mas conmovedores en las tareas de rescate. La estructura de la escuela, que de tres pisos quedó reducida a uno, estaba a punto de colapsarse, lo que complicaba las tareas de rescate.
La escuela, con unos 400 alumnos de acuerdo a medios mexicanos, tenía jardín de niños, primaria y secundaria distribuidos en dos edificios. Uno de los dos colapsó y el otro se mantiene en pie, aunque en riesgo de derrumbe.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que 3,8 millones de clientes carecen de suministro de energía eléctrica debido tras el temblor. También hay usuarios sin agua.
Y es que todo volvió a ocurrir de pronto y de imprevisto. Sonó la alarma y la gente salió en estampida a las calles siguiendo los consejos de Protección Civil que todo el mundo tiene ya aprendidos. Ha habido ataques de pánico y grietas que han aparecido de forma espontanea en algunos lugares.
En los grandes rascacielos del Paseo de la Reforma de Ciudad de México miles de personas que trabajan en las plantas más altas esperaban a que pasara el temblor. En la calle la gente pedía que se apagaran los motores de los vehículos por miedo a los escapes de gas. Hay ya reportes de algún incendio.
Las fuerzas de seguridad comenzaban a hacer inspecciones de seguridad manzana por manzana. Pocos minutos después eran miles las personas que comenzaban a desalojar los inmuebles más altos y se situaban en zonas despejadas de los árboles, edificios y farolas que minutos antes se balanceaban. El propio aeropuerto de Ciudad de México ha visto como le aparecía una grieta.
La ayuda de los ciudadanos fue vital para rescatar a los primeros supervivientes, quienes de inmediato fueron trasladados por los servicios de emergencias a hospitales cercanos.
Ante la magnitud de la tragedia, el Gobierno mexicano ordenó tanto a hospitales públicos como privados recibir a los heridos, así como la gratuidad de los servicios de transporte públicos.
Las Fuerzas Armadas se integraron a los trabajos que desde los primeros minutos asumieron los ciudadanos y tomaron el mando para continuar con las labores de búsqueda de supervivientes junto con los organismos de emergencia.
Las autoridades, en todo caso, piden calma y que se mantengan las precauciones: revisar que no haya grietas en las casas, no prender cerillas ni mecheros y no situarse en zonas de riesgo.
Hasta ahora se han producido 11 réplicas tras el seísmo, la mayor de ellas de magnitud 4.
Fuente: El Mundo