El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil está llevando a cabo una investigación en "determinadas" zonas del entorno natural de Doñana afectadas por el fuego a fin de "poder determinar lo antes posible cuál ha sido la causa del incendio".
En declaraciones a los periodistas en el Puesto de Mando Avanzado dispuesto en Mazagón (Huelva), Zoido ha informado de que en esta investigación están participando especialistas de la Guardia Civil de Andalucía y también expertos del Seprona procedentes de Madrid.
"Son distintas las caras que tenemos todos hoy, ayer era un día muy complicado, las condiciones climatológicas eran totalmente distintas a las de hoy, ayer las condiciones eran adversas, con mucho viento, con un viento cambiante, mucha temperatura y baja densidad de humedad, y hoy es todo lo contrario", ya que "aunque la temperatura es alta, hay humedad y no tenemos nada de viento", ha destacado el ministro.
Los trabajos realizados durante la noche y el cambio favorable en la evolución del viento han permitido realizar avances significativos en los tres frentes que continúan activos en el incendio de Huelva que arrasa desde la noche del sábado buena parte del espacio natural situado en el entorno de Doñana, y que ha llegado a alcanzar algunas zonas urbanas de Mazagón.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, que ha acudido al puesto avanzado instalado en Mazagón, ha reiterado ante los medios que "existen muchos elementos que llevan a pensar que puede estar el factor humano detrás". En este sentido, Díaz ha advertido de que la Junta de Andalucía pondrá sobre la mesa todos los mecanismos legales para que las zonas afectadas por el incendio no sean destinadas a otros usos. "No vamos a permitir ninguna recalificación de las zonas afectadas por el incendio", ha anunciado.
Desde primera hora de la mañana se han reincorporado a los trabajos los efectivos aéreos, que se tuvieron que retirar por falta de visibilidad a la caída de la noche. En estos momentos, los frentes activos son el de Mazagón, un segundo que se sitúa al norte del lugar donde se inició el fuego, en el término de Moguer, y el que avanza hacia los límites del Parque Nacional de Doñana, en el que se trabaja más activamente para evitar daños a esta Reserva de la Biosfera. Los dos focos principales han sido "perimetrados" y desde el Centro Avanzado de Mazagón, el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, hablaba esta mañana de que la situación permite ser "optimistas" dentro de la prudencia obligada. Un descenso generalizado de las temperaturas este lunes, sin duda, ayudará en las labores de extinción, tras cinco días de temperaturas extremas.
Igualmente, y aunque de forma muy lenta, los visitantes y turistas que habían quedado aislados durante tres horas de la tarde del domingo en Matalascañas -un importante enclave turístico en la costa onubense- por el cierre de la carretera de acceso, pudieron también abandonar de forma ordenada la zona y regresar a sus casas a partir de las 9 de la noche, dejando atrás algunas horas de mucha tensión viendo cómo una enorme nube de humo se acercaba hasta la misma playa.
El Ayuntamiento de Almonte, al que pertenece el núcleo costero de Matalascañas, informaba esta misma mañana de que las carreteras están en estos momentos abiertas en ambas direcciones, tanto la que va de Matalascañas a Mazagón (A494) como la que va de Matalascañas a Almonte (A483).
De las más de 2.000 personas que tuvieron que ser desalojadas por el avance del fuego, siguen realojados a diferentes instalaciones municipales de Moguer y Almonte unas 450, mientras que el resto han podido regresar a sus domicilios, según la información facilitada por la Junta de Andalucía.
Según informa a su vez el centro de coordinación de emergencias 112, se ha autorizado la vuelta a las viviendas desalojadas en el zona conocida como Bonares en Mazagón, urbanización El Alcor y Poblado de San José. Por el contrario, permanecen evacuadas las fincas agrícolas de La Huerta, Angorilla, Avitorejo y Peñuelas, así como el Camping Doñana, el Camping Cuesta de la Barca, el Parador de Mazagón, el Poblado Forestal de Mazagón, Inta El Arenosillo, asentamiento de Las Madres, Centro el Acebuche y Las Posadillas.
Las mismas fuentes detallan que los medios de extinción que trabajan en estos momentos en el control del incendio por parte de Infoca son "225 medios humanos entre técnicos, agentes de Medio Ambiente y bomberos forestales, 15 vehículos autobomba, tres máquinas pesadas de extinción y siete medios aéreos (dos hidroaviones, tres helicópteros de gran capacidad y dos helicópteros semipesados), en los próxima hora se incorporarán otros siete, junto con la Unidad Médica de Incendios Forestales (UMIF) y la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT); mientras que la UME mantiene 245 especialistas con 15 vehículos pesados de extinción. Bomberos del Consorcio Provincial, por su parte, dispone de 22 efectivos con 7 vehículos, mientras que los servicios de extinción del consistorio onubense tienen 11 especialistas y cuatro vehículos de extinción".
También trabajan en el lugar efectivos de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), la Unidad de Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la Junta, la Guardia Civil, la Policía Local de San Juan y Moguer y el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA). El GREA ha desplegado el Puesto de Mando Avanzando (PMA), junto al Puesto Avanzado de Incendios Forestales (PAIF), centro neurálgico de coordinación del operativo y en el que están representados los responsables de todos los medios y recursos de la Junta de Andalucía.
A medida que avanzan las horas se conocen con más detalles los efectos de este fuego devastador que, pese a los avances, aún no está controlado. Tanto el Parador Nacional de Mazagón como el hotel vieron el fuego llegar hasta su misma puerta y los daños son visibles en algunas estructuras exteriores. También ha quedado arrasado el Camping Doñana, que había sido desalojado en la madrugada del domingo junto al camping de Mazagón. En el primero, el domingo por la tarde se podían observar las cenizas humeantes en el interior de lo que queda de algunas tiendas, que podrían haber sido alcanzadas por una lluvia de pavesas ardientes. También aparecen calcinados algunos vehículos y hay daños muy importantes en las inslataciones centrales del camping.
En un comunicado difundido anoche por la empresa propietaria del Camping Doñana, se indicaba que aún desconocía el alcance real de los daños, aunque las imágenes son elocuentes. Igualmente, se pedía "paciencia" a los afectados.
Fuente: El Mundo