Las huelgas de los controladores aéreos en un país suelen tener grandes repercusiones económicas en los vecinos y la Comisión Europea se ha propuesto reducir el impacto de esos conflictos laborales.
Las propuestas forman parte del plan de la CE para potenciar la competitividad de la aviación europea, que redundará, según Bruselas, en mayor inversión y empleo en el sector. “Queremos garantizar que Europa sigue siendo líder en la aviación internacional”, ha asegurado la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, conocida en España por su apoyo al Ministerio de Fomento para liberalizar la actividad de los estibadores portuarios.
La nueva ofensiva de Bulc apunta a los controladores aéreos, cuyas huelgas, según los datos de la CE, han causado en poco más de una década la cancelación de 243.000 vuelos, con más de 27 millones de pasajeros afectados.
El coste para las líneas aéreas de los 375 conflictos de los controladores en los últimos 12 años supera los 5.300 millones, con un pico en 2010
El coste para las líneas aéreas de los 375 conflictos de los controladores en los últimos 12 años supera los 5.300 millones de euros, con un pico máximo en 2010. Aquel año, el Gobierno español incluso decretó el estado de alarma para evitar un paro en pleno puente de la Constitución (6 de diciembre).
La Comisión reconoce que no dispone de competencias para regular el derecho de huelga, por lo que no puede proponer ninguna directiva al respecto. Pero ha recurrido a una vía legal blanda (una Comunicación) para animar a los Gobiernos y a los agentes sociales a pactar restricciones que garanticen la prestación del servicio en momentos de conflicto laboral.
La principal destinataria de esta medida es Francia, donde se han registrado 249 de las 357 huelgas computadas. Los paros en un país provocan un efecto cascada de saturación, retrasos y cancelaciones en los países vecinos. Y en el caso de un espacio aéreo tan central como el francés, los efectos son inmediatos y devastadores en el transporte aéreo de casi todo el continente.
Entre las principales firmas extranjeras afectadas por los problemas en el espacio aéreo francés destacan la española Vueling, que llegó a responsabilizar a las huelgas del pasado verano del caos aéreo en el aeropuerto barcelonés de El Prat; la irlandesa Ryanair y la británica Easyjet. Más de la mitad de los vuelos de estas aerolíneas sobrevuelan los cielos de Francia y las tres se encuentran entre las que mueven mayor volumen de pasajeros en Europa.
Como solución a este tipo de agravios, Bruselas propone que, en caso de huelga, se garantice el 100% del servicio de control a los aparatos que atraviesan el espacio aéreo de los controladores en huelga pero que tienen origen y destino en otro país. Esa medida, según el departamento de la comisaria Bulc, “reducirá considerablemente el impacto en el conjunto de la red europea de control del tráfico aéreo”. Varios socios de la Unión Europea, como España, Italia y Grecia, ya han adoptado medidas para preservar el servicio a los vuelos de paso.
Las propuestas de la comisaria también obligarían a varios países, entre ellos, España, a elevar el período de preaviso de huelga hasta dos semanas. En Alemania se puede convocar el paro con 24 horas de antelación; en Francia, con cinco días; y en España, con 10, según los datos recogidos por la Comisión.
“La Comisión siempre sale con recomendaciones muy detalladas cuando se trata de limitar o desmantelar derechos sociales y nunca para promoverlos o reforzarlos”, señalan los sindicatos en la carta de protesta dirigida a Juncker.
La alianza de aerolíneas A4E, fundada por Lufthansa, IAG, Air France, Easyjet y Ryanair, ha asegurado que esta medida protege principalmente los intereses de los viajeros. El colectivo también aporta un dato significativo: las huelgas en el control desde 2010 han ocasionado daños por 12.000 millones a la economía de la UE.
Fuente: Cinco Días