En el futuro Plan estratégico de la industria farmacéutica se engloban todas las medidas y reformas en las que está trabajando actualmente el Ministerio de Sanidad. Tal y como ha recalcado César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia del Ministerio de Sanidad, una de ellas es el Real Decreto (RD) de evaluación de tecnologías sanitarias, que es la primera que ha salido a trámite de audiencia pública.
Por otro lado, Hernández espera que pase por Consejo de Ministros en un plazo “no muy largo” la reforma de la Ley de Garantías (o Ley del Medicamento), donde “hay muchos aspectos que suscitan gran interés”. “Estoy seguro de que encontraremos un punto de encuentro”, ha afirmado durante su intervención en el XXIII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, organizado por Farmaindustria.
Asimismo, otra medida legislativa pendiente de poner en marcha es el RD de precio y financiación de medicamentos. La intención es que “pueda estar publicado antes de final de año” y, por tanto, que la consulta pública previa se desarrolle en este 2024. Así, Hernández espera que “el primer trimestre del año que viene se pueda hacer un trámite de audiencia para una propuesta de RD de precios”, con la intención de aprobarse en 2025.
En este sentido, el DG de Cartera de Servicios del SNS y Farmacia ha explicado por qué se le ha dado mayor prioridad al RD de evaluación de tecnologías que al de precio. Y es que, ha apuntado, la ley ya contiene gran parte de los asuntos relacionados con los precios, pero “no dice nada de evaluación de tecnologías sanitarias”. “Era más urgente plantear un RD donde la ley no da ningún amparo”, ha señalado.
“En el texto hemos intentado plasmar la mayor parte de las propuestas que se había hecho, que básicamente hablaban de delimitar claramente lo que es la evaluación y la toma de decisiones o de plantar la participación de diferentes partes interesadas en todo el procedimiento, entre otras”, ha indicado Hernández. En este contexto, ha recalcado que la evaluación de tecnologías sanitarias es una parte de un ecosistema complejo, donde “todas las piezas deben ser congruentes”. Por tanto, “es acceso, es prevención, es calidad de vida, es salud, pero también es industria, es investigación, es una forma de la manera que tenemos de entender el bienestar que no es solo puramente sanitario y tiene que ser compatible con la sostenibilidad”.
Este RD establecerá los criterios a evaluar para la toma de decisiones, pero lo que falta por ver es “cómo se desarrolla”. “Se pedía que el sistema fuera independiente –que esté poblado de garantías para que sea reconocido por todos–, participativo, transparente, adaptativo, oportuno y amoldado a cada tecnología”.
Según ha expuesto Hernández, se mantiene la troncalidad común pero, “al igual que se hace en Europa, abrimos dos vías: una para medicamentos, de cuya evaluación se encarga la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS), y otra para productos sanitarios, que los evalúa la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (RedETS)”. Y, además, deja claro esa división entre evaluación y decisión: “Cuando hablamos de evaluación, con sus dos ámbitos (clínico y no clínico), todo cae en el ámbito de la evaluación; y cuando hablamos de decisión, todo cae en el ámbito de la decisión”, ha concluido.
Por otra parte, Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, ha señalado durante su intervención que la estrategia de la industria farmacéutica va a conseguir “compilar todos los elementos de acuerdo y sentar un marco de colaboración y acuerdo entre diferentes agentes”.
Javier Padilla durante su intervención en el XXIII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española.
En este sentido, por parte de la industria farmacéutica, se espera que ésta tenga la “capacidad de proveer de medicamentos e innovaciones que aborden los principales problemas de salud de la población y que se haga de una forma efectiva, eficiente y segura”. Mientras que por parte del Estado, éste debe tener la capacidad de establecer tanto un marco regulatorio como también de práctica que “genere dinámicas virtuosas más allá, simplemente, de la competencia de mercado”.
Asimismo, Padilla considera que el papel de esta estrategia puede ser un elemento transformador para que la relación entre las instituciones y el Gobierno contemplen y reconozcan que los contextos son complejos y que sirva para “cambiar de un modelo basado en la oferta a un modelo basado en la demanda”.
La estrategia está dividida en tres ejes: acceso y sostenibilidad; investigación y desarrollo; y autonomía y capacidades de producción industrial. Y, aunque el Ministerio de Sanidad está implicado en todos, tiene un “mayor peso” en el de acceso y sostenibilidad. Y aquí entra en juego el futuro RD de evaluación de tecnologías sanitarias.
Por otro lado, Padilla ha señalado que, “a lo largo de este trimestre” anunciarán unas fichas que “van a mejorar la transparencia sobre la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM)”. Y es que “buscar una decisión de la CIPM requiere mucha paciente, por lo que se avanzará mucho en ello y también en poder enriquecer el debate público sobre las decisiones de financiación”, ha declarado.
Del mismo modo, otro elemento incluido en el Plan estratégico de la industria y que “pronto” se podrá ver en el borrador en el texto refundido de la Ley de Garantías, es la reforma del Sistema de Precios de Referencia. “España es, en cierto modo, una excepción en los elementos de diferenciación de precio entre genérico y medicamento de marca”, ha apuntado el secretario de Estado de Sanidad, por lo que uno de los cambios que se incluirán tendrá que ver con este punto.
Fuente: El Global