Innovación en vacuna (Foto. Freepik)
Las vacunas son uno de los grandes avances de la medicina. En palabras de Juan José Sanz Ezquerro, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, “son útiles y salvan vidas”. Esta afirmación, recogida por la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), refleja una realidad a veces desconocida: cada año las vacunas salvan “4,4 millones de vidas al año, y se estima que si se cumplen las metas de 2030 en vacunación se salvarán hasta 5,8 millones”, como señaló a este medio Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
Es “el método más seguro que hay en el mundo para proteger a los niños de enfermedades mortales”, como recoge el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pero también para proteger a los adultos y permitirles envejecer en óptimas condiciones de salud. Este es el objetivo de las vacunas que hoy por hoy se desarrollan y se comercializan.
Ejemplo de estos avances es la prevención frente al herpes zóster dirigida a pacientes mayores y a aquellos inmunodeprimidos, como los receptores de trasplante progenitores hematopoyéticos, tumores sólidos o VIH. Con una eficacia del 97,2% en los adultos sanos de 50 años o más y superior al 88% frente a las neuralgias postherpética, y superior a 80% en los pacientes inmunocomprometidos, evita la alta tasa de hospitalización, de mortalidad y de secuelas que puede dejar esta patología.
Se estima que el mercado mundial de vacunas aumente de 61.000 millones de dólares en 2021 a 125.000 millones de dólares en 2028
Esta situación se repite con las autorizaciones que diferentes países están llevando a cabo con la vacunación frente al virus respiratorio sincitial (VRS) para adultos mayores. Canadá, con la implementación de personas de 60 años o más que viven residencias de cuidados a largo plazo y para algunos pacientes de residencia de ancianos es uno de estos gobiernos que han dado un paso para incorporar en sus calendarios de inmunización a lo largo de toda la vida esta vacuna que ha demostrado una eficacia del 94,1% en la reducción de enfermedad grave y un 86,2% en eficacia global.
Noruega también ha recomendado la vacunación de adultos de 60 años con enfermedad subyacente para evitar la infección respiratoria en estos pacientes, que tienen entre 1,2 y 28 veces más probabilidades de ser hospitalizados por esta condición, con una tasa de mortalidad entre los ingresados de un 6-8%.
Recientemente, Francia y Reino Unido han seguido este camino, el país galo con el reembolso a partir de otoño de la vacuna autorizada contra la bronquitis para las personas mayores por la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) en junio de 2023, y el país británico con la licitación de un contrato de suministro de productos de inmunización indicados para la prevención o protección contra la enfermedad del tracto respiratorio inferior por VRS a lo largo de toda la vida, con un contrato de una duración de cuatro años.
INNOVACIÓN Y SALUD
Se espera que el número de personas de 60 años o más aumente a 2.100 millones de personas en 2050, frente a 1.400 millones en 2030. Este envejecimiento de la población, y la consiguiente presión sobre los sistemas sanitarios, están recibiendo una amplia respuesta por parte de la industria: se estima que el mercado mundial de vacunas aumente de 61.000 millones de dólares en 2021 a 125.000 millones de dólares en 2028, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
Actualmente, en Europa, se están desarrollando más de 100 vacunas futuras en el campo de la prevención, de las cuales un 80% están centradas en adultos
Actualmente, en Europa, se están desarrollando más de 100 vacunas futuras en el campo de la prevención, de las cuales un 80% están centradas en adultos. Más de la mitad (54%) se dirigirán a mejorar las vacunas existentes e incorporar otras nuevas frente a la tuberculosis, el dengue y virus respiratorios como la gripe, el Covid-19 y el VRS. El desarrollo de estas dan una solución a la pérdida de respuesta inmunológica que se da con el envejecimiento, así como el coste sanitario que supone una enfermedad grave en estos pacientes: solo la hospitalización por herpes zóster supone un gasto médico de hasta 7.152 euros por paciente, según destacó un estudio publicado en la revista ‘Human Vaccines & Inmunotherapeutics’.
La innovación, con nuevas tecnologías adyuvante que ayuda a estimular la respuesta inmune del cuerpo, la aparición de anticuerpos monoclonales o la fabricación de vacunas de base ARN mensajero, sigue abriendo las puertas a nuevas formas de dar respuesta a través de la inmunización al envejecimiento de la población y seguir salvando vidas. No en vano, como revela un estudio, las vacunas han salvado la vida a 50 millones de personas en el mundo entre el 2000 y el 2019 y se estima que en 2030 serán 100 millones.
Fuente: ConSalud.es