La innovación constituye uno de los factores indispensables para el crecimiento económico del país, de ahí que ocupe un lugar destacable en las políticas europeas y nacionales. La transferencia del conocimiento constituye uno de los ejes de actuación prioritarios en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación. El principal objetivo es colocar a España entre los países con mayor nivel de innovación, haciendo que la transferencia de conocimiento tenga impacto en términos de generación de progreso, algo que toma especial relevancia en el ámbito científico-sanitario.
Fruto del compromiso por dar un impulso a este área, el Gobierno ha autorizado la convocatoria de 2023 de la Línea de Fomento de Innovación desde la Demanda (Línea FID) para la Compra Pública de Innovación. Esta cuenta con un presupuesto de 177 millones y estará cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), uno de los principales instrumentos financieros de la política de cohesión europea.
La convocatoria tiene como objetivo prioritario fomentar el uso de la compra pública de innovación, que permite la mejora de los servicios e infraestructuras públicas, mediante la incorporación de bienes o servicios innovadores. También busca dar un impulso notable a la transferencia de conocimiento y aplicación de los resultados de la investigación y la generación de mercados de lanzamiento para las nuevas empresas de base tecnológica.
Según ha afirmado Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación en funciones, España se ha convertido en un referente europeo en este mecanismo, que está orientado a fomentar la innovación empresarial para dar soluciones innovadoras a los problemas del día a día de la ciudadanía.
Entre 2021 y 2027 se dispondrá de una cuantía total de 252 millones de euros de fondos FEDER para la cofinanciación de operaciones en esta línea de compra pública de innovación. Esto supone un 64 por ciento más que lo comprometido en el periodo anterior, entre 2014 y 2020, y que ya se encuentra regionalizado.
El Gobierno también ha aprobado el acuerdo por el que se autoriza la quinta adenda al Convenio con el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza para el impulso del Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC).
El convenio fija así una financiación por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación de 11 millones de euros para el periodo entre 2022 y 2031, lo que supone más de un millón de euros anuales.
Este es un laboratorio subterráneo a gran profundidad de primer nivel diseñado para la investigación en física de neutrinos, materia oscura y otros fenómenos inusuales en la naturaleza que requieren muy baja radioactividad ambiental para ser observados. Es una iniciativa conjunta del Ministerio de Ciencia e Innovación, el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza para la explotación de una Infraestructura Científico-Técnica Singular (ICTS) en el campo de la Física, con la que se pretenden conseguir avances importantes en áreas tales como la física de partículas, la física nuclear, la astrofísica, la geología o la ciencia de materiales.
En virtud de los acuerdos aprobados en Consejo de Ministros, el Ministerio de Ciencia e Innovación destinará más de dos millones de euros a la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).
El CSIC participa en el detector de trazas (ITk-Strips) del experimento ATLAS a través de Instituto de Física Corpuscular de Valencia (IFIC-CSIC). En este gran experimento participan en la actualidad más de 5.000 científicos y técnicos de todo el mundo. Esta contribución económica permite a los investigadores del CSIC desempeñar papeles importantes en las etapas de diseño y prototipado en la construcción de los nuevos detectores de partículas. Además, involucra a la industria científica española en los estadios más tempranos del proceso.
Por su parte, los investigadores del CIEMAT participan en el experimento CMS del LHC (“Large HadronCollider”), en el experimento AMS de la ISS (“International Space Station”), y en el desarrollo de detectores para futuros experimentos. La contribución anual al CERN se destina a los gastos derivados de las actividades que el grupo de científicos, ingenieros y técnicos del CIEMAT desarrollan allí.
Fuente: El Global