Investigadora analizando solución azul (Foto: Freepik)
El cáncer de mama supone el 28,9% del total de cánceres en las mujeres y la primera causa de muerte por cáncer en España en la población femenina. Según datos de la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), se calcula que al año en nuestro país una de cada ocho mujeres desarrollan este tipo de cáncer a lo largo de su vida, llegando a diagnosticar más de 34.000 casos.
Entre 2002 y 2020, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la tasa de incidencia anual ajustada por edad por cada 100.000 personas se incrementó de 106,5 a 126 casos. Además, como afirma la SEOM el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres y el segundo más detectado si se incluyen todos los casos de cáncer que afectan a ambos sexo.
Ante esta gran incidencia, que se incrementa anualmente, la industria farmacéutica está especialmente comprometida en combatir esta enfermedad a través de la prevención, la detección precoz y el tratamiento adecuado de esta patología. Se pone de manifiesto en numerosos estudios llevados a cabo por las compañías del sector del medicamento. Así, el papel de la industria farmacéutica contra la lucha del cáncer de mama en Europa y España tiene una relevancia indispensable y para ello aúnan esfuerzos en el desarrollo de tratamientos innovadores y eficaces.
La industria farmacéutica desarrolló, según la IFPMA, más de 1.300 medicamentos y vacunas contra el cáncer, de los cuales un total de 108 estaban centrados en el cáncer de mama
Según datos del pasado año de la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes Farmacéuticos (IFPMA por sus siglas en ingles), la industria farmacéutica llegó a tener en desarrollo más de 1.300 medicamentos y vacunas contra el cáncer, de los cuales un total de 108 estaban centrados en el tratamiento del cáncer de mama. Estos medicamentos incluyen diferentes tipos de terapias y vacunas, que buscan mejorar la supervivencia y la calidad de vida de las pacientes.
A su vez, el sector participa activamente en la lucha contra el cáncer de mama a través de ensayos clínicos. Según el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC), en España se han realizado en Oncología un total de 1.179 entre 2015 y 2020, de los cuales más de 220 fueron dedicados exclusivamente al cáncer de mama.
Una de investigaciones emergentes de los últimos años ha sido la medicina de precisión. Esta busca personalizar los tratamientos contra el cáncer de mama según las características propias de cada tumor y de cada paciente. A través de ella se permite desarrollar terapias dirigidas, es decir, medicamentos que actúan de manera específica sobre las alteraciones moleculares que causan el crecimiento y la diseminación del cáncer, mejorando la eficacia y la seguridad de los tratamientos.
Según el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC), en España se han realizado en Oncología un total de 1.179 entre 2015 y 2020, de los cuales más de 220 fueron dedicados exclusivamente al cáncer de mama
Pese a esta serie de avances, hay otros aspectos menos alentadores. Los resultados de los Indicadores de acceso a los nuevos tratamientos (W.A.I.T) muestran que de las terapias innovadoras aprobados en Europa, sólo el 57% está disponible en España. A su vez, se estima que aquellos que se financian lo hacen con un tiempo de espera medio de 611 días. Precisamente, esta situación se ha convertido en una de las principales quejas de las asocaciones de pacientes, sociedades científicas y la propia industria farmacéutica.
Además de promover la investigación en sus distintas modalidades, otro de los ámbitos que más se fomentan desde las compañías son la puesta en marcha de iniciativas dirigidas a sensibilizar a la población sobre el cáncer de mama.
PROYECTOS EUROPEOS EN BUSCA DE LA PREVENCIÓN
La prevención y el diagnóstico precoz sigue siendo una prioridad en cáncer de mama, y para ello la investigación e innovación continúan siendo determinantes. El proyecto BEST ('Breast Cancer Stratification') es uno de los ejemplos de iniciativas que luchan contra esta enfermedad desde un frente preventivo. Financiado por la Unión Europea (UE) y coordinado por el Instituto Holandés del Cáncer Antoni van Leeuwenhoek, busca identificar biomarcadores predictivos de respuesta a los tratamientos. Esto quiere decir que B-CAST se centra en identificar a mujeres que se encuentran en riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, ya sea moderado o alto, determinando el subtipo más probable que puedan desarrollar y definir el pronóstico del paciente.
Otra de las iniciativas a destacar es el proyecto de la Sociedad Europea de Oncología Médica, 'Escala de magnitud del beneficio clínico' (ESMO-MCBS), que evalúa el beneficio clínico de los nuevas terapias oncológica, promover el acceso y aumentar la igualdad para acceder a los tratamientos con alto coste.
Con proyectos de esta magnitud, se permitirá continuar la lucha contra esta patología que afecta a tantas mujeres en todo el mundo.
Fuente: ConSalud.es