La tecnología al servicio de la Sanidad (Foto. Freepik)
España es el quinto país del mundo que lidera el camino a una atención sanitaria de calidad, el tercero en Europa. Estos datos, publicados por Radar Healthcare en su informe Healthcare Mapped, reflejan que nuestro sistema sanitario nacional, público y universal es uno de los mejores, solo por detrás de Dinamarca, Francia, Japón y Corea del Sur.
De esta forma, según los parámetros del informe, nuestro país alcanza una puntuación de calidad asistencial de 78,37; conseguida a través del número de hospitales que hay (777) y su reparto según la población, que aunque es mejorable coloca en este punto a nuestro país en el 15º mejor del mundo. Además, el informe calcula también la puntuación en base al coste de la atención sanitaria y la media del salario anual nacional. Este último aspecto para el SNS, que resulta ser gratuito, no es en sí mismo relevante, ya que no son los ciudadanos quienes pagan directamente los costes de su atención, pero sí influye en su sostenibilidad: actualmente el sistema sanitario español adolece de falta de financiación.
Los países con más puntuación cuentan también con un alto número de hospitales y una rentabilidad positiva de su sistema sanitario
Frente a nuestro país, con mejores valoraciones, destacan principalmente Corea del Sur y Japón. La república de Corea cuenta con una calificación de calidad de atención de 82,72; siendo el país con mayor puntuación en las clasificaciones generales de calidad y con un importante número de hospitales (4,133 centros para una población de 51.329.899 personas). Por su parte, el país nipón alcanza un valor de 80,49, con una alta puntación en innovación y en cantidad de hospitales, cuenta con 8.300 para 125 millones de personas.
¿Cómo se consigue mejorar la asistencia? En este punto el informe, centrado en el Reino Unido, que consigue la peor puntación de los países de la región europea analizada, destaca la importancia de incorporar los avances que en los últimos años se están dando para mejorar la asistencia. La innovación tecnológica y la implantación de la salud digital, con nuevos dispositivos, maquinarias y técnicas, facilitan y hacen más preciso el abordaje de los pacientes.
LA RECETA IDEAL
Ante ello, desde Radar Healthcare destacan la importancia adoptar los avances tecnológicos. Una actividad que constituye la base del sistema japonés de salud y que ha demostrado tener, en palabras de Chloe Weatherhead, directora de Experiencia del Cliente en Radar Healthcare, “un impacto muy positivo en la calidad y la seguridad. Además, está mejorando los resultados y las experiencias generales para todo tipo de pacientes”.
Tras la Covid-19 y el colapso sanitario que supuso, las administraciones nacionales han trabajado con gran esfuerzo para recuperar el ritmo prepandemia, contar con los recursos necesarios e incorporar las mejores que con la epidemia provocada por virus SARS-CoV-2 se han producido. Si algo ha traído la Covid es el empuje de la salud digital, la teleconsulta, la telemedicina, los dispositivos de monitorización… todo ello se ha visto fomentado con la Covid. A su vez, ésta ha impulsado los sistemas para compartir datos que han permitido acelerar la investigación sobre el virus y la obtención de tratamientos.
Incorporar la innovación tecnológica tiene “un impacto muy positivo en la calidad y la seguridad. Además, está mejorando los resultados y las experiencias generales para todo tipo de pacientes”
La Unión Europea ha puesto en marcha el espacio europeo de datos en el que también se incluyen los sanitarios para que los pacientes tengan acceso libre a sus historias clínicas, puedan viajar a otros países con ellos y que los profesionales puedan consultarlos, y también es posible consultarlos para la investigación. Esta medida, que los Estados Miembros están reproduciendo a nivel nacional, como el caso de España, supone un importante paso para mejorar la asistencia y el acceso a la Sanidad, a ojos de la consultora.
Como última clave para conseguir uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, se recomienda que todas las medidas que se tomen sean sometidas a controles y evaluaciones de su funcionamiento. Con ello se evitará el gasto sanitario innecesario al mismo tiempo que, a partir de esos datos y de las experiencias de otros Estados, se toman medidas más eficaces y adaptadas a las necesidades existentes. “En última instancia, la mejor manera de abordar los desafíos actuales a los que se enfrentan los sistemas de atención médica en todo el mundo es impulsar mejoras aprendiendo unos de otros”, concluye Weatherhead.
Fuente: ConSalud.es