Más allá de los temas en sanidad avanzados como clave durante la Presidencia española del Consejo de la UE, Pedro Sánchez ha apuntado desde Moncloa a las cuatro prioridades sobre las que pivotará la responsabilidad que el país asume el próximo julio. La primera de ellas, la que ha capitalizado la enumeración y la más relacionada con el sector, apunta a la necesidad de “reindustrializar Europa”, asunto en el que ha hecho especial énfasis en la autonomía estratégica “abierta” del conjunto de los Estados miembro. Las otras tres prioridades precisadas por el presidente del Gobierno son el avance hacia la transición ecológica y la adaptación medioambiental; la consolidación del pilar social en el continente; y el refuerzo de la unidad europea.
Sánchez ha reflexionado sobre la apertura internacional, de la cual ha destacado sus bondades como motores de progreso, económico y social de la Unión Europea. “Nos ha hecho mucho más productivos, innovadores y competitivos”, ha valorado. Sin embargo, ha querido contraponer sus consecuencias negativas en clave sanitaria y recordando lo vivido durante la etapa aguda de la COVID-19.
El ministro de Sanidad, José Miñones, ya destacó en sede parlamentaria el pasado abril el énfasis en la citada autonomía estratégica. Entonces, avaló en sesión plenaria del Congreso de los Diputados el valor de Open Strategic Autonomy (OSA) como “uno de los proyectos principales de España” durante la Presidencia española del Consejo de la UE con el fin “reforzar la autonomía estratégica en el ámbito de la salud”.
“LA UE PODRÍA CONVERTIRSE EN REFERENTE EN PRODUCTOS FARMACÉUTICOS DE ÚLTIMA GENERACIÓN”
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno
“Esto lo vivimos en forma de una carestía evidente de mascarillas a la hora de poder proteger a nuestros conciudadanos, en primera fase a los profesionales sanitarios, ante la emergencia sanitaria de la pandemia”, ha ejemplificado. Como ha significado el líder del Ejecutivo, también se ha materializado en la facilitación de procesos de deslocalización “que nos han hecho perder industrias en sectores estratégicos y que nos han llevado a adquirir una dependencia y subrayo excesiva de terceros países en ámbitos tan importantes como la salud como la energía”.
En este punto, Sánchez ha vaticinado el potencial rumbo de la Unión en la próxima década en esta área ya que, a su juicio, “podría convertirse en un referente de producción de energías renovables, electrolizadores, servicios de conectividad digital, robótica avanzada, fertilizantes y productos farmacéuticos de última generación”. “Queremos es promover aquellos expedientes que van a permitir fomentar el desarrollo de industrias y de tecnologías estratégicas en Europa impulsando la innovación y la política industrial”, ha añadido.
Fuente: El Global