Esperanza Aguirre, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid, ha anunciado su dimisión a las cinco de la tarde, por lo que deja su acta de concejal. "Tengo como norma de conducta no eludir mis responsabilidades. Por eso dimito", ha afirmado Aguirre, que estaba bajo el punto de mira de todos los grupos políticos desde el arresto de Ignacio González, sucesor de la dirigente popular en la Comunidad de Madrid y su estrecho colaborador, por un supuesto caso de desvío de fondos en la empresa pública del Canal de Isabel II. "Me siento engañada y traicionada por Ignacio González. No vigilé lo que debía", ha dicho la expresidenta de la Comunidad de Madrid en una breve comparecencia ante los medios de comunicación.
"Mi manera de concebir la política como servicio a España y a los ciudadanos me lleva a asumir la responsabilidad que me corresponde por no haber vigilado a Ignacio González, por no haber descubierto antes lo que ahora ha descubierto la Guardia Civil y el Juez", ha reconocido la ya exportavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.
La corrupción se ha convertido en "un problema central" de la política española, ha puntualizado la popular. "Para luchar contra ella no es suficiente la acción de la justicia, siempre rigurosa pero demasiado lenta. Los ciudadanos tienen derechos a exigir que los políticos asumamos todas las responsabilidades con dignidad, sin dilaciones y sin excusas. Tengo como norma de conducta no eludir nunca mis responsabilidades", ha afirmado antes de salir de la sala de prensa abarrotada de cámaras y periodistas.
Unos minutos antes Aguirre envió un sms al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, que estaba reunido con el presidente de Brasil, Michel Temer, que iba a presentar su dimisión, según han explicado fuentes del PP a EL PAÍS. Sin hablar directamente con Cristina Cifuentes, la popular decidió utilizar un método parecido al empleado en 2016 cuando renunció a liderar el PP madrileño. Su número dos, Íñigo Henríquez de Luna, habló con Fernando Martínez-Maíllo, vicesecretario general de organización del PP, para comunicárselo oficialmente.
Entre 2003 y 2012, Aguirre fue presidenta de la Comunidad de Madrid. En este periodo González ejerció de mano derecha de la dirigente popular, controlando el Canal de Isabel II. En 2012, Aguirre dejó la presidencia de la Comunidad de Madrid "por motivos personales" y González, su segundo, la sustituyó hasta el año 2015. El pasado 20 de abril, el expresidente de la Comunidad de Madrid fue arrestado junto a otros 11 sospechosos por participar en una presunta red de corrupción investigada por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) y dirigida por el juez Eloy Velasco. A partir de ese momento, recibió presiones tanto dentro como fuera del PP para que reflexionara sobre su continuidad.
En febrero de 2016, Aguirre ya dejó la dirección del PP madrileño por su "responsabilidad política in vigilando" ante distintas imputaciones de corrupción por el caso Púnica de dirigentes del partido en su comunidad. Algunos dirigentes del PP invocaron ese mismo principio para forzarla a presentar la dimisión. La trama Púnica involucró a Francisco Granados, antiguo número dos del PP en la Comunidad de Madrid, arrestado en octubre de 2014 por estar supuestamente implicados en una red de corrupción que adjudicó servicios públicos por valor de 250 millones de euros en dos años a cambio de pagos y comisiones ilegales.
Durante los años de gobierno de la región, Aguirre y sus más estrechos colaboradores hicieron de la Comunidad de Madrid el laboratorio de corte más liberal del Partido Popular. Los arrestos de Granados y González han sido determinantes para que Aguirre tomara la decisión de dejar el acta de concejal.
En 2015, la dirigente volvió a la política activa para liderar la lista del PP en las elecciones municipales. Tras la llegada a la alcaldía de Manuela Carmena (Ahora Madrid), gracias al apoyo del PSOE, la popular lideró la oposición al gobierno local. La misma Carmena sostuvo la semana pasada que, a raíz de la relación de Aguirre con varios imputados en numerosas supuestas tramas delictivas, su continuidad como concejal tenía que ser cuestionada.
Fuente: El País