Héctor Gómez, ministro de Industria.
El Gobierno sigue experimentando con pequeñas y medianas empresas industriales el modelo de jornada de cuatro días que reivindica también el resto del sector sanitario. Este jueves, el Ejecutivo ha informado a través del Boletín Oficial del Estado (BOE) acerca de las ayudas con las que se compensará a aquellos centros privados que apuesten por esta fórmula, que aspiran a percibir un máximo de 200.000 euros.
En esta resolución relativa la concesión de ayudas para la reducción de jornada en pymes, el Ministerio de Industria ha informado de que la partida reservada para este apartado, con cargo al presupuesto de la Fundación EOI, alcanzará los 9,65 millones de euros. Según recoge el texto, el objetivo no es otro que “explorar reducciones de jornada” que podrían solucionar “otros problemas asociados a jornadas laborales excesivas” como son los relacionados con la salud física y mental de los trabajadores, la conciliación laboral y familiar y la igualdad de oportunidades para las mujeres".
Industria ha puesto sobre la mesa una serie de requisitos para sumarse a este proyecto piloto sobre la jornada de cuatro días, que, tal y como informó Redacción Médica, ha quedado restringido al sector industrial. En primer lugar, la reducción de la jornada debe de ser de al menos el 10 por ciento, y esta debe mantenerse durante al menos dos años. La implantación de este sistema no puede conllevar una reducción del sueldo de los empleados, que solo se podrán beneficiarse de este programa si tienen contrato indefinido y a tiempo completo.
Finalmente, el departamento que ahora dirige Héctor Gómez ha establecido que el plan debe afectar al menos al 30 por ciento de la plantilla en caso de que la empresa tenga hasta 20 trabajadores o bien al 25 por ciento si cuentan con más empleados.
Las pequeñas y medianas empresas que quieran solicitar estas ayudas dispondrán de un mes para hacerlo, según se informa en el Boletín Oficial.
Tal y como informó este periódico, este proyecto piloto está abierto a pymes sanitarias vinculadas a la industria pero no al resto de compañías que componen el tejido empresarial sanitario de España. Se trata de compañías de hasta 250 trabajadores que vienen denunciando la paulatina pérdida competitividad bien por la caída de clientes o por el incremento de los costes de la tecnología.
"Es un proyecto experimental y piloto, con un presupuesto reducido, se ha decidido restringirlo al sector industrial (incluyendo servicios industriales)", deslizaron desde el Ministerio, que sin embargo no cierra la puerta ampliar el plan a nuevos sectores en el medio plazo.
Fuente: Redacción Médica