Esperanza Aguirre se ha desentendido este jueves de los actos que la trama Gürtel organizó para la Comunidad de Madrid que ella presidió desde 2003 al 2012 y ha negado conocer a Francisco Correa, el cabecilla de la trama Gürtel, una red corrupta que anidó en administraciones del Partido Popular en los años previos a la crisis económica. Aguirre, que ha declarado como testigo en el juicio a esta trama un día después del arresto de su antiguo delfín Ignacio González, ha explicado a los jueces que ella se preparaba a conciencia los actos como presidenta (inauguraciones de colegios u hospitales, ha citado), sin intervenir en la logística y preparación de los actos, que es lo que está bajo sospecha y objeto del juicio.
«Los actos los elegía yo y me los proponía el gabinete técnico, y al gabinete técnico, las consejerías». «La logística supongo que la organizaba la consejería correspondiente», ha señalado Aguirre, quien ha enfatizado que era muy exigente con las carpetas que su equipo le entregaba con la información necesaria para conocer la situación del «barrio, distrito o municipio» que iba a visitar en el acto. Aguirre también ha reconocido que no puede negar que por aquellos actos políticos «se cobró en exceso y ese es el problema que aborda el tribunal». Ha insistido en que se ha enterado de muchas cosas «ahora», en el proceso.
La fiscal que interroga a Aguirre, Concepción Nicolás, ha centrado su interrogatorio en la relación de Aguirre con Alberto López Viejo, quien fue consejero de Deportes en la Comunidad de Madrid y para quien el Ministerio Público pide 37 años de prisión por diversos delitos, acusado en esta vista oral. La antigua presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha respondido al tribunal con una timidez inicial que ha evolucionado pregunta a pregunta hacia más seguridad, ha negado que López Viejo fuera una persona de su «confianza» y ha destacado que llegó al PP de Madrid procedente del PP nacional, donde era conocido por su capacidad para gestionar y para organizar actos.
Aguirre también ha acusado a López Viejo de no contarle «toda la verdad» cuando ella le cuestionó por una información que publicó la revista «Interviú» en la que se detallaba que la Comunidad de Madrid contrataba con empresas de la Gürtel. Según ha declarado la actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, ella le preguntó a López Viejo si seguían contratando con la empresa Easy Concept, pensando que era la única vinculada a la red de Correa, y el antiguo consejero de Deportes le explicó que ya no, sin añadirle que tenían relación con otras firmas de la red corrupta. «No me dijo toda la verdad», ha asegurado Esperanza Aguirre.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha comparecido este jueves como testigo ante el tribunal que enjuicia las fechorías de la trama Gürtel en la llamada primera época (entre 1999 y 2005) en la Comunidad de Madrid, Castilla y León, y los municipios de Estepona, Pozuelo de Alarcón, Majadahonda y Estepona. Aguirre, que llegó a la sede de la Audiencia Nacional en el polígono de San Fernando de Henares en torno a las nueve y media de la mañana, fue citada para explicar el fraccionamiento de contratos públicos que practicaba la Comunidad de Madrid en las adjudicaciones otorgadas a la trama, una táctica de la red corrupta que buscaba evitar la competencia de otras empresas y la transparencia.
Un informe de la investigación señaló que el Gobierno regional fraccionó entre 2004 y 2007 adjudicaciones por 3,1 millones de euros en contratos menores, inferiores a 12.000 euros. Acusados en la vista oral como los empleados de la trama dirigida por Francisco Correa, Isabel Jordán o Javier Nombela han reconocido tribunal que esta práctica era pedida expresamente por los gobernantes de Madrid y que era algo habitual. La Fiscalía acusa a la trama Gürtel de vulnerar las normas administrativas al sobornar a funcionarios, políticos y empresarios para conseguir adjudicaciones irregulares que perjudicaron a las arcas públicas.
Fuente: ABC