Temores de recesión en la eurozona. Carlos Gámez
Los vientos de recesión que soplan desde el corazón de Europa amenazan con arrastrar a España tras de sí. Mientras parece cada vez más probable que la economía de la eurozona caiga a terreno negativo ya en el tercer trimestre, España, menos afectada directamente por la guerra en Ucrania, está en el límite.
Este lunes la consultora S&P ha adelantado el PMI de los países del euro en octubre, un indicador que apunta a que la salud de la economía europea se deteriora con rapidez. La inflación y la crisis energética siguen haciendo mella en los bolsillos de los consumidores y también en los balances de las empresas. Una erosión que está provocando que la actividad económica en la eurozona acumule ya cuatro meses de descensos.
El PMI es un indicador de actividad que se publica cada mes y que da una imagen más a tiempo real de como avanza la economía que la que aporta el PIB, que se publica trimestralmente. El Banco Central Europeo (BCE), que se reúne este jueves para aprobar lo que casi con total seguridad será una nueva brusca subida en los tipos de interés para intentar frenar la inflación, lo tiene muy en cuenta en su análisis.
La recesión (técnicamente dos trimestres encadenados de contracción del PIB), aunque leve en principio, parece bastante probable en la eurozona ya esta segunda mitad del año. Sin embargo, en España las cosas están mucho menos claras. Las previsiones para este tercer trimestre dibujan un panorama en el que la economía nacional prácticamente estará congelada.
El viernes pasado, el director general de Productos Estadísticos del INE, Alfredo Cristóbal, avanzó que el PIB crecerá "alrededor del 0%" en el trimestre que concluyó en septiembre. La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, desautorizó estas declaraciones, pero la forma en que se concrete la cifra será determinante para saber si España logra esquivar la recesión este año o la pospone al siguiente.
De momento, el predictor del PIB a tiempo real de la Airef sitúa el crecimiento para el tercer trimestre en el 0,2%, una cifra suficiente para evitar la recesión en 2022. Por su parte, el Banco de España cree que el avance será del 0,1%. Habrá que esperar al próximo viernes, fecha en la que el INE tiene previsto publicar el avance del PIB del tercer trimestre, para conocer el dato preliminar. Una cifra que posteriormente el mismo organismo revisará a finales de diciembre. Con la gran incertidumbre que rodea la medición de la economía desde que la pandemia hizo acto de presencia, no sería nada raro que el dato que se conozca el viernes pueda variar sustancialmente cuando se revise a final de año.
Por lo pronto, el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, pidió el lunes optimismo ante lo que puede ser "un periodo negativo" para la economía española, pero evitó pronunciar las palabras mágicas. "¿Puede haber algún trimestre negativo? Evidentemente, si sigue la subida de impuestos y cotizaciones, las empresas van a contratar menos", expresaba Garamendi. Eso sí, añadía, "hoy por hoy no quiero que el presidente de la CEOE diga que va a haber una recesión en España".
Según los pronósticos del Banco de España, los elevados precios del gas y la electricidad se dejarán notar especialmente en el cuarto trimestre, que la mayoría de analistas creen que cerrará en negativo. Las dificultades se extenderán también al primer trimestre de 2023. Después, a partir de la primavera, la actividad volvería a despegar, según estima el organismo que preside Pablo Hernández de Cos.
En cambio, el panorama que refleja el PMI de octubre en la eurozona sí es recesionario. En octubre este indicador cayó hasta los 47,1 puntos, una cifra inferior al umbral de los 50 puntos por debajo del cual se interpreta que la economía se está contrayendo.
El dato del PMI ha sorprendido a la baja y se sitúa en su mínimo desde noviembre de 2020. Si se excluye la pandemia, habría que remontarse a abril de 2013 para encontrar una cifra similar. Entonces, la economía europea comenzaba a recuperarse de la segunda de las crisis encadenadas que golpeó al Viejo Continente, la crisis de deuda soberana, que sucedió a la gran recesión de 2008.
Para los analistas de la consultora S&P, que es quien publica este indicador, el dato de octubre "sería compatible con una modesta bajada del PIB del 0,2%" en un panorama de "creciente disminución de la actividad total y deterioro de la demanda". "La demanda se está contrayendo intensamente y las empresas cada vez se inquietan más por los elevados niveles de existencias y ventas más débiles de lo esperado", sostiene Chris Williamson, economista jefe de S&P en la nota que acompaña a la difusión del PMI. En cambio, para los economistas de ING esta caída del PMI más fuerte de lo esperado "confirma que en la eurozona ya está en recesión" y hacen hincapié en que las expectativas de futuro que refleja la encuesta no anuncian ninguna mejora en los próximos meses.
El avance del PMI de octubre llega apenas tres días antes de que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúna en Frankfurt para, previsiblemente, subir una vez más los tipos de interés. El PMI es el indicador más actualizado que los banqueros centrales tendrán sobre la mesa a la hora de decidir. Y aunque el dato apunta cada vez con más claridad a una recesión inminente, las elevadas cifras de precios que aparecen en el estudio "aumentarán la determinación del BCE de seguir ajustando la política monetaria en los próximos meses", sostiene Williamson.
Fuente: 20 Minutos