Un hombre se vacuna contra la covid-19 en Israel, en una imagen de archivo. EFE
Esperar a las vacunas adaptadas a ómicron o administra ya una nueva dosis de refuerzo con las existentes, esa es la cuestión. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) han rebajado este lunes de 80 a 60 años la edad a partir de la cual recomiendan a los países administrar una segunda dosis de refuerzo, es decir, un cuarto pinchazo de la vacuna contra la covid. Esta nueva postura viene argumentada por el incremento de los contagios que están provocando las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5 y va en la misma línea de lo defendido por algunos especialistas como la inmunóloga del CSIC Matilde Cañelles, que urge a proteger ya a los más mayores y vulnerables. Sin embargo, desde la Asociación Española de Vacunología (AEV) optan por esperar al otoño para inocular esta cuarta dosis dada la actual situación epidemiológica de España. Posición que coincide con las intenciones manifestadas por el Ministerio de Sanidad.
Desde la AEV, su presidente, Amós García Rojas, preguntado por el anuncio de los organismos europeos, mantiene que "el momento adecuado" para vacunar con la cuarta dosis a las personas mayores de 60 años o menores pero con factores de riesgo es "dentro de dos meses", cuando ya nos encontremos a las puertas del otoño y para cuando se prevé que estén disponibles las vacunas adaptadas a la variante ómicron.
El también epidemiólogo expone a 20minutos que "teniendo en cuenta que se presupone que momento de mayor circulación del virus puede darse en otoño-invierno, sigo pensando que el momento adecuado para vacunar [con la cuarta dosis] es dentro de dos meses, salvo que la realidad epidemiológica se modifique y haya que vacunar antes".
Con el escenario actual, en el que "un incremento notable de los casos no se está traduciendo en un incremento notable de los cuadros graves y complicados", García Rojas cree que "vacunar en otoño es lo más aconsejable, empezando por los mayores de 80 años y siguiendo por los mayores de 60 o, si se puede, a todos al mismo tiempo, junto a los ancianos que viven en residencias y a las personas inmunoderpimidas".
Su postura actual, que recuerda que "siempre puede cambiar" en función de la evolución de la pandemia, la basa en "dos circunstancias fundamentales: en primer lugar, porque es bastante previsible que en otoño tengamos vacunas nuevas y adaptadas tanto a la variante inicial de Wuhan como a la nueva ómicron con las que estaríamos más protegidos; en segundo lugar, porque es previsible que en otoño-invierno, sobre todo invierno, haya una mayor circulación del virus y si vacunamos ahora, cuando llegue el invierno puede ser que la calidad protectora de los vulnerables no sea tan potente, mientras que si vacunamos en otoño, en invierno sí que iba a ser potente".
Todo esto, insiste, siempre y cuando los indicadores de presión hospitalaria se mantienen como ahora, porque "si la incidencia acumulada sigue creciendo poderosamente y eso se traduce en una mayor presión sobre el sistema sanitario, lógicamente habría que vacunar ya", concluye.
Vacunar en otoño también es la intención manifestada por el Ministerio de Sanidad. La Comisión de Salud Pública se reúne este martes para estudiar, entre otros, este asunto. La ministra, Carolina Darias, ha venido declarando en las últimas semanas que si bien es la Ponencia de Vacunas el órgano que está estudiando esta cuestión, la fecha de administración de la segunda dosis de refuerzo. "La Ponencia se reúne periódicamente y monitoriza la situación, por lo que estamos a la espera de sus propuestas", resaltó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de la semana pasada.
"Falta determinar cuándo será el momento más oportuno", al tiempo que avanzó que "una opción probable" es la llegada de las vacunas adaptadas a ómicron para inocular la cuarta dosis. La disponibilidad de estos sueros "es una cuestión a tener en cuenta", así como la evolución de la pandemia, pero "tendría todo el sentido", abundó en una entrevista en la Cadena Ser horas más tarde, que este cuarto pinchazo para los más vulnerables sea ya de las vacunas que aún están en revisión y que la titular de Sanidad espera "para septiembre".
La EMA está evaluando desde mediados de junio tanto la versión adaptada a ómicron del suero de Pfizer como la de Moderna. Ambas compañías presentaron sus datos demostrando que una dosis de refuerzo de su vacuna bivalente (para la cepa de Wuhan y para ómicron) aumentaba el nivel de anticuerpos y ahora es la EMA quien está evaluando esos datos. Este lunes, la reguladora europea ha indicado en su comunicado que está trabajando para que la posible aprobación de estas vacunas esté lista "en septiembre". Sin embargo, muchas comunidades han clamado por acelerar la campaña de la cuarta dosis a los más vulnerables ante el incremento de los contagios.
Asimismo, la EMA recuerda que esta cuarta dosis podría administrarse "al menos cuatro meses después de la anterior, centrándose en las personas que recibieron un refuerzo previo hace más de seis meses", plazo que en el caso de España, donde el 92,7% de los mayores de 60 años ya cuentan con tres pinchazos, ya se ha cumplido. Y añaden: "Esto sería especialmente relevante e impactante en los países en los que la oleada de BA.4/5 está comenzando o aún no ha alcanzado su punto máximo".
Según los datos epidemiológicos difundidos por Sanidad y por la Comunidad de Madrid y la Generalitat de Cataluña, la tendencia alcista podría haber llegado ya a su pico y la situación epidemiológica estaría comenzando el inicio del descenso de la transmisión.
En cuanto a la cuarta dosis para la población general, la comunidad sanitaria y científica coincide en que de momento no sería necesaria salvo que los ingresos hospitalarios comenzaran a crecer. Así lo ha manifestado a EFE este lunes el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos, que no ve necesaria "hoy en día" la dosis adicional de la vacuna para la población general porque la gran mayoría de los españoles tiene la pauta completa y, además, mucha gente ha pasado también la enfermedad, por lo que cuentan con la denominada inmunidad híbrida, que provoca una mayor y más duradera protección.
Eso sí, aboga por aplicar las vacunas adaptadas a las variantes porque protegerán "algo más" que las vacunas originales, aunque reconoce la dificultad de que la investigación avance al ritmo al que evoluciona la pandemia: "Es una carrera de Fórmula Uno, y las variantes van muy rápido", ha dicho.
En este sentido, la EMA recuerda que "por el momento, no hay evidencia epidemiológica para administrar un segundo booster [dosis refuerzo] a las personas inmunocompetentes [sanas] por debajo de los 60 años, a no ser que existan vulnerabilidades médicas".
Fuente: 20 Minutos