Gente con mascarillas en el centro de Madrid. JAVIER MARTÍNEZ
Asturias y Castilla y León son las primeras comunidades en llegar al riesgo alto, según el semáforo de Sanidad. En riesgo medio hay seis regiones: Galicia, Cantabria, País Vasco Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia. La circulación del coronavirus en la población mayor de 60 años se ha mantenido al alza desde que se instauró la nueva forma de monitorización del virus, desde finales de marzo y durante todo el mes de abril. Y esto ha llevado a un incremento de un 78% en la tasa de hospitalización en el último mes: de los 7,20 casos por cada 100.000 habitantes a principios de abril a los 12,84 casos ahora.
En este periodo han coincidido dos hechos clave: el periodo estival de Semana Santa y el 'fin' de las mascarillas en interiores. Cierto es que es a finales de marzo, según el último dato que muestra con la contabilidad antigua el Instituto de Salud Carlos III, la tasa de transmisión del SARS-CoV-2 para toda la población estaba por encima de 1 (1,02) y en ascenso. Lo que indica que si las nuevas variantes en circulación de la 'familia' de ómicron, sobre todo la BA.2, cuentan con más capacidad de contagio, haya más número de infectados.
La BA.2 es la predominante en todo el país, con porcentajes oscilan en las diferentes CCAA entre el 70,5% y el 100%. De momento, se han secuenciado poco más de un 1% de la XE y de la BA.5, otras variantes en el punto de mira de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por ser responsables de un incremento en el número de casos en algunos países sudafricanos.
Según la OMS, España está entre los países europeos en los que crece el número de casos. Tras el incremento observado durante la primera quincena de marzo de 2022, se ha producido un descenso de hasta un 22%. Esto se traduce en poco más de 1,9 millones de infecciones nuevas. Sin embargo, seis estados son responsables de ese incremento de las cifras con un crecimiento de más de un 20% de casos: Chipre, 62%, y España, 45%.
Como nuestro país cuenta con elevadas tasas de vacunación (92,6% de mayores de 12 años con dos dosis y 52,4% con el refuerzo) una mayor circulación del virus no supondría un peligro si ésta no se traduce en un ascenso de la presión asistencial. En este caso, hay una cierta subida del número de ingresados. La curva crece de forma lenta. Dado que el foco del Ministerio de Carolina Darias y de las comunidades está en la población vulnerable, cabe destacar que el sistema de monitorización centinela del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria advierte de un incremento significativos en este colectivo.
Así, en el informe de la última semana se estima una tasa de hospitalización por Covid-19 de 4,9 casos hospitalizados por 100.000 habitantes, frente a 4,0 casos en los días previos. Esta semana las mayores tasas se observan en las personas de 80 o más años: 49,3 casos frente a los 27,9 en la semana previa. Asturias y Castilla y León son las autonomías que tienen la presión hospitalaria en riesgo alto, con porcentajes de ocupación de camas Covid del 11,30% y 10,71%, y en UCI del 3,16% y 8,43%, respectivamente.
Según el último de los informes de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, a nivel nacional entre las dos últimas semanas de abril (hasta el 24 de abril), la tasa de hospitalización semanal ha aumentado un 9%. Este incremento es estadísticamente significativo en los grupos de edad de 10 a 19 años y en el de 50 a 59 años, y en las comunidades de Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia. Asimismo, desde el 28 de marzo de 2022, en el informe se recoge que el mayor porcentaje de hospitalización entre las personas de 60 o más años se observa en los 80-89 (10,7%) y 90 y más años (14,1%), y en este último grupo de edad se observa la mayor letalidad (2%).
Mientras se dibuja esta situación epidemiológica en nuestro país, Sanidad y las comunidades tiene en modo 'espera' la decisión de poner el segundo pinchazo a los mayores de 80 años como recomienda Europa y realizan ya más nueve estados de la UE, además de Canadá, EEUU e Israel. Es más, desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) se ha puesto el acento en la necesidad de realizar este nuevo esfuerzo inmunizador en esta población en concreto porque se podrían evitar muertes.
El organismo europeo explica que la administración inmediata de una segunda dosis de refuerzo en esta población sería óptima en situaciones de circulación viral alta o creciente. Alternativamente, en situaciones de baja circulación viral, se debe considerar la administración de una segunda dosis de refuerzo antes del otoño de 2022. España con los datos actuales se encuentra en la primera hipótesis.
De hecho, el modelo matemático del ECDC en el que basa este argumento sugiere que aumentar el número de personas inmunizadas con dos dosis y un primer refuerzo ha demostrado ser clave para reducir la carga de muertes por Covid-19 hasta finales de octubre de 2022. La evidencia científica apunta que la efectividad de la vacuna contra las infecciones graves causadas por ómicron se mantiene alta, con una fuerte protección continua entre el 80-90% alrededor de dos a tres meses tras de recibir el primer refuerzo, aunque hay muestras de que la protección decae ligeramente de alrededor de tres a cuatro meses después.
En España, casi 4,1 millones de españoles mayores de 70 años recibieron la dosis de refuerzo hace más de seis meses. Lo que les convierte por su propia condición de organismo vulnerable en la diana más fácil para las nuevas caras del SARS-CoV-2. Por eso, el modelo del ECDC estima que un segundo pinchazo de refuerzo solo en personas de 80 años o más previene hasta siete muertes por cada 10 000 dosis. Esto se debe a que la gravedad de la enfermedad de Covid-19 aumenta considerablemente con la edad y a que el principal beneficio de las vacunas es reducir el impacto de la misma.
Fuente: El Mundo