El nivel de protección de las dosis de refuerzo de las vacunas de Pfizer y Moderna contra el Covid-19 desciende a los cuatro meses pero sigue siendo eficaz para evitar hospitalizaciones por la variante Ómicron, según un estudio publicado por las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
Según un nuevo estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la eficacia de las terceras dosis de las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna disminuye considerablemente al cuarto mes de su administración. Por ello, los autores de esta investigación defienden que la evidencia de que la protección disminuye "refuerza la importancia de seguir considerando dosis adicionales para mantener o mejorar la protección contra las hospitalizaciones y visitas a urgencias relacionadas con el Covid-19".
El estudio examinó 93.000 hospitalizaciones y más de 240.000 visitas a urgencias relacionadas con el Covid-19 en 10 estados entre agosto de 2021 y enero de 2022, cubriendo así las olas de las variantes Delta y Ómicron, y concluye que la efectividad de los refuerzos para evitar un ingreso en el hospital es del 91 por ciento durante los dos primeros meses a su aplicación, pero después de cuatro meses es del 78 por ciento. Un porcentaje que, sin embargo, "sigue elevado", según los CDC.
Por otro lado, la misma investigación indica que cinco meses después de la tercera dosis, el nivel de protección bajaría a un 33 por ciento, aunque los CDC admitieron que todavía no disponen de suficientes datos sobre este grupo de gente. Por ello, el organismo abrió la puerta a "considerar" la recomendación de otras dosis adicionales a fin de mantener la protección contra las hospitalizaciones.
Precisamente esta semana, Anthony Fauci, consejero de la Casa Blanca sobre la crisis sanitaria, estimó que era posible que las personas vulnerables, como las personas mayores o inmunodeprimidas, necesiten una cuarta dosis en el futuro.
En España, el Ministerio de Sanidad ha recomendado la cuarta dosis de refuerzo a la población que se encuentre en situación de ‘muy alto riesgo’. En concreto, esta medida está dirigida a las personas incluidas en el Grupo 7, es decir, aquellas que tienen más de cinco años y que han sido sometidos a trasplantes de órganos, terapias celulares CAR-T o quimioterapia o padecen inmunodeficiencia.
Fuente: Redacción Médica