Mientras la sexta ola de coronavirus azota el planeta y España cuenta los días por máximos de incidencia, una empresa española ubicada a orillas del río Burgent, en el municipio de Amer (Girona), no escatima esfuerzos para desarrollar la primera vacuna con sello nacional contra la COVID. Se trata de la farmacéutica multinacional Hipra, que tiene la vista puesta ya en la fase III de los ensayos y cuyo compuesto contra la enfermedad promete buenos resultados frente a la variante ómicron.
Así lo anunció este martes la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en una visita a la sede de esta compañía, dedicada tradicionalmente a la salud animal y reconvertida ante la emergencia mundial de la COVID-19 para trabajar en la elaboración de vacunas para humanos. Ahora, su preparado se ha convertido en el más avanzado de todos los españoles, al estar analizando los resultados de la fase IIb.
La empresa recibió el pasado 15 de noviembre la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del ensayo clínico en fase IIb de su fármaco. Los objetivos principales eran, según la propia compañía, confirmar la seguridad y tolerabilidad cuando se utiliza como booster y comprobar que esta dosis de refuerzo prolonga la respuesta inmunológica ante la COVID-19 en personas ya vacunadas.
"Hipra nos ha adelantado que la vacuna está presentando buenos resultados frente a ómicron en los estudios realizados hasta ahora"
"Hipra nos ha adelantado que la vacuna está presentando buenos resultados frente a ómicron en los estudios realizados hasta ahora. Por lo tanto, si ya era eficaz contra las variantes anteriores como la delta, ahora sabemos que presenta buena resistencia contra la nueva variante", destacó Morant, que insistió en la capacidad de este suero de adaptarse a futuras posibles versiones del SARS-CoV-2.
El objetivo es que esta vacuna es que se adapte a personas "que han recibido otras o que han pasado la COVID", según explicó en agosto el entonces director de la división de Salud Humana de la empresa, Toni Maneu, en declaraciones a EFE. No obstante, también se ensayará una inmunización completa, como la realizada hasta ahora, para mercados fuera de Europa que la requieran.
Para alcanzar estos resultados, la farmacéutica -que cuenta con con 50 años de experiencia en el mercado y con 39 filiales a nivel global- invierte el 10% de nuestra facturación anual en investigación y el 16% de nuestra plantilla pertenece al departamento de I+D. Además, para apoyar la transformación del sector veterinario al humano, el Gobierno aportó tres millones de financiación y asesoramiento científico, y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) aprobó en octubre otra ayuda de casi 15.
La vacuna desarrollada por Hipra (PHH-1V) utiliza una tecnología diferente a la de las empleadas hasta ahora en España. Se basa en proteína recombinante y ha sido diseñada para inducir una potente respuesta inmunitaria neutralizadora del SARS-CoV-2 con altos niveles de seguridad. Es la misma utilizada en los compuestos de Novavax y Sanofi/GSK, en proceso de evaluación para su potencial autorización por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). A diferencia de ellas, la española expresa proteínas de dos variantes distintas.
Este preparado se basa en dos proteínas recombinantes con una estructura similar: una correspondiente a la variante alfa y otra a la beta, que se unen formando una estructura única, llamada dímero, y que está acompañada de un adyuvante que incrementa la respuesta inmunológica.
Esta combinación es capaz de generar una respuesta inmunológica frente a una de las proteínas del SARS-CoV-2, la conocida como S (de spike, espiga en español). A pesar de haber sido diseñadas a partir de las variantes alfa y beta, se puede adaptar a las "que puedan ir surgiendo", como ha señalado la ministra, y ha arrojado resultados prometedores frente a delta y ómicron.
En cuanto a sus necesidades, la vacuna PHH-1V se conservará entre 2 y 8 grados, "lo que facilitará la logística y su distribución", según explica la empresa en un comunicado.
El 15 de noviembre, la AEMPS autorizó el inicio de la fase IIb de los ensayos clínicos con la PHH-1V, en el que han participado 1.075 voluntarios mayores de 18 años, con la pauta completa de la vacuna de Pfizer-BioNTech hace entre 6 meses y un año y que no hayan sufrido la enfermedad. El 10 de diciembre, terminó la inoculación de este suero en los diez hospitales españoles participantes y, actualmente, se están analizando los datos.
Si recibe la aprobación de la AEMPS, Hipra podría comenzar en la segunda mitad de enero la fase III de ensayos clínicos, con 3.000 voluntarios en 15 hospitales de España y otros países de Europa. Esta etapa es la última antes de la comercialización y, si todo sale bien, la farmacéutica prevé que la vacuna esté lista en el segundo trimestre de este año y confía en producir 600 millones de dosis en 2022 y duplicar esa cifra de cara a 2023.
En los ensayos preclínicos con ratones ya se comprobó que la vacuna induce anticuerpos neutralizantes frente a las variantes alfa, beta, gamma y delta de SARS-CoV-2, y confiere una memoria celular de linfocitos T específicos, según informó la compañía en un comunicado el pasado 20 de diciembre.
Fuente: 20 Minutos