Laboratorio de Sanofi
El grupo farmacéutico francés Sanofi anunció ayer que renuncia a desarrollar una vacuna de tecnología del ARN mensajero (ARNm) frente al Covid-19 pese a tener resultados prometedores. La multinacional francesa considera que llegaría al mercado demasiado tarde, teniendo en cuenta que para finales de año se habrán fabricado en el mundo 12.000 millones de dosis.
El laboratorio francés estaba trabajando en una vacuna con la tecnología del ARN para el coronavirus en paralelo al desarrollo de otra vacuna con proteína recombinante junto a GSK, que sí tiene previsto tener lista para su salida al mercado a finales de este año.
Sanofi, uno de los grandes fabricantes de vacunas del mundo, ha fracasado en dar una respuesta rápida frente a la pandemia, algo que sí han logrado sus rivales Pfizer, AstraZeneca, Moderna o Johnson & Johnson. Ya el pasado año anunció el fallo en los ensayos clínicos en su vacuna convencional que desarrolla junto a GSK y retrasaba alrededor de seis meses (hasta finales de 2021) la posible comercialización de su alternativa. Ahora ha llegado la renuncia a avanzar a la fase III de ensayos clínicos de su versión de ARNm.
“Nuestra prioridad en el ARN mensajero es la próxima pandemia”, declaró en una conferencia de prensa Thomas Triomphe, vicepresidente ejecutivo de la filial de vacunas Sanofi Pasteur, en su sede de París.
La opción de Sanofi de ARNm en la fase I y II de la experimentación ha demostrado eficacia, al generar anticuerpos en un porcentaje de los individuos a los que se inyectó que va del 91% al 100% dos semanas después de haberles inyectado la segunda dosis. Además, no se han observado efectos secundarios y el nivel de tolerancia es “comparable” a la de las otras vacunas de esa tecnología que han desarrollado Pfizer/BioNTech y Moderna, según el laboratorio galo.
Pero Sanofi no continuará porque calcula que no es necesaria una nueva opción de ARNm. Abre así una reflexión sobre qué ocurrirá con las decenas de vacunas de I+D que se investigan en el mundo para el Covid-19.
No obstante, la farmacéutica informó que tiene intención de proseguir las investigaciones con el ARNm para otros virus, y pretende llevar a cabo a partir de 2022 estudios clínicos para una vacuna contra la gripe gracias a la adquisición de la empresa especializada Translate Bio.
Con respecto a su vacuna basada en proteína recombinante, ya ha recibido encargos de más de 75 millones de dosis de recuerdo por parte de los países de la UE y de Reino Unido. A ese respecto, Sanofi hizo hincapié en que los datos preclínicos han puesto en evidencia que su producto puede reforzar “muy significativamente las respuestas inmunitarias” de personas que hayan recibido otras vacunas.
Fuente: Cinco Días