Salut prevé mantener la Fira de Barcelona y otra media docena de espacios, reajustados, para vacunar, igual que en los CAP (Llibert Teixidó)
Otras autonomías como Castilla-La Mancha tuvieron problemas con dosis de AstraZeneca, pero enviaron al Ministerio de Sanidad esos viales para que los derivara a otros países antes de caducar. Andalucía hizo lo mismo. “En el Consejo Interterritorial de Salud se ha debatido este tema y todos tenemos muy claro que hay que evitar la pérdida de viales”, explican fuentes del equipo de Emiliano García-Page.
En la Comunidad Valenciana explican que se descongelan viales con la previsión muy ajustada a su necesidad y las vacunas con fecha de caducidad más próxima, se desvían al uso más inmediato, por ejemplo, a las dosis de refuerzo en las residencias.
La caducidad se da cuando se descongelan los viales -las vacunas se suministran a bajísimas temperaturas-, pues entonces deben inyectarse antes de unos 30 días. O bien podría ser que venza el plazo máximo desde la fabricación del producto (que es de seis meses para Pfizer y AstraZeneca, siete para Moderna y dos años para Janssen).
En Catalunya, la secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas, confirmó ayer que han caducado 9.103 viales, lo equivalente a 69.129 dosis. Muchos son de Pfizer, pero también los hay de Moderna y Janssen.
¿Cómo se han dejado caducar estas vacunas? Hubo un error en las previsiones, admitió la jefa de vacunación. Los viales se descongelan para enviarlos a los centros de atención primaria (CAP) y otros centros de vacunación de toda Catalunya, donde se deben inyectar antes de un mes (allí se guardan en neveras normales). Salut no esperaba que bajara la vacunación en agosto y luego creía que en septiembre volvería a crecer, pero no ha sido así, baja cada semana. Así pues, en las últimas semanas, la oferta de dosis superó la demanda en los centros de vacunación y venció el mes de plazo para usar algunos viales.
Complicó la previsión, explicó Cabezas, el abrir en agosto la vacunación sin cita previa y donde quisiera cada persona, pues por ejemplo, quien se ponía la primera dosis tenia cita automática para ponerse la segunda en el mismo lugar, pero muchos se la pusieron donde veraneaban.
Salut ha redistribuido viales de unos puntos de vacunación a otros y ha ajustado los envíos de dosis a la menor demanda actual. Confía así en que no caduquen más viales, dijo Cabezas.
Añadió que no se podían enviar viales a punto de caducar a países sin vacunas, pues se corría el riesgo de que no llegaran en buenas condiciones o igualmente caducaran antes de poder inyectar a nadie. Recordó que España ya participa en el envío de vacunas a países con menos recursos a través de la iniciativa internacional de compra Covax.
Los botes caducados se guardan por si las compañías -previa autorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)- alargan la vida de sus productos. “Es algo habitual en los medicamentos”, apuntan fuentes sanitarias. Las farmacéuticas hacen estudios constantemente y Cabezas recordó que por ejemplo Pfizer, al inicio, dijo que los viales se podían usar solo cinco días tras ser descongelados, luego alargó el plazo a un mes. O dijo que ultracongelados los viales se conservan seis meses y ahora habla de nueve.
Los botes caducados se guardan por si las compañías y la EMA concluyen que pueden usarse más tiempo sin problemas
Catalunya aún tiene un millón de dosis disponibles. Ha recibido 11,8 millones e inyectado 10,8. Salut da por acabada la primera fase de vacunación, la masiva. Pero seguirá inyectando en los CAP y media docena más de puntos de vacunación (la mayoría se cerrarán a finales de mes), en las universidades y en barrios con menor cobertura. Se querría llegar a un 80% u 85% de cobertura vacunal, señaló Cabezas. Ahora aún es del 71,5% de la población vacunada y ha crecido solamente un 0,8% en una semana.
En toda España, las comunidades almacenan 5,8 millones de dosis (sobre todo Madrid, más de 1,2 millones, y Andalucí, casi otro millón). Desde Sanidad se ignora el número de viales caducados, al controlarlo las autonomías, pero se señala que se tomaron medidas ante el riesgo de perder unas vacunas tan necesarias “no solo para nosotros, sino para el mundo, pues el fin de la pandemia depende de la vacunación global”.
Así, se retrasó la semana pasada la entrega de nuevas vacunas de Pfizer (aunque esta semana la compañía ya ha enviado más de un millón de dosis). Y también se decidió en el Consejo Interterritorial de Salud empezar a poner ya la tercera dosis a los residentes en geriátricos, cosa que ya hacen la mayoría de autonomías esta semana.
Fuente: La Vanguardia