El presidente Mariano Rajoy ha comparecido este miércoles en el Pleno del Congreso, para explicar las conclusiones del último Consejo Europeo, del 9 de marzo, y de la reunión informal de los 27, sin Reino Unido, del día siguiente. Rajoy ha subrayado que España «está lista para avanzar con los que quieran hacerlo», y está preparada por tanto para colocarse en la primera velocidad de la integración.
Frente a él, el PSOE ha pedido que no se pongan barreras a los países rezagados, mientras que Pablo Iglesias ha demostrado estar a la cabeza de la ola eurofóbica que recorre Europa y ha asegurado que la UE es la historia de un fracaso.
Rajoy ha insistido en que la Unión Europa es la historia de un éxito, una afirmación que ha sentado especialmente mal al líder populista. Según el presidente del Gobierno, la prioridad a partir de ahora debe ser atender con más intensidad y eficacia a los problemas de los ciudadanos. España, ha dicho Rajoy, es partidaria de hablar en el futuro de «más y mejor integración» en la Unión Europea.
Para todo ello, el jefe del Ejecutivo ha pedido unidad dentro de España, ante la oportunidad que hay por delante: «Por eso es tan importante que los españoles nos mostremos unidos en este campo». Según Rajoy, el peso de España es clave en el espíritu europeo. «No somos uno más en la Unión, sino uno de los grandes por nuestro territorio, nuestra población y nuestro peso económico».
«A eso añadimos el orgullo de ser uno de los países que, por nuestra cultura, nuestra tradición y nuestra historia, más han aportado y aportan a la conformación del espíritu europeo», ha señalado Rajoy.
El PSOE sigue buscando su sitio en los debates parlamentarios. En el asunto europeo, que suele unir a las dos grandes formaciones políticas, ha intentado hacer crítica al Gobierno, pero a Antonio Hernando le ha salido a medias.
El portavoz socialista ha pedido a Rajoy que la doble velocidad no suponga dejar en la cuneta a los países rezagados. Al contrario, cree que no hay que ponerles barreras y lograr una mayor unidad. Además, ha advertido a Rajoy que para ser «maquinista» de la locomotora europea no basta con ponerse una gorra, sino que hay que cambiar las políticas y dar ejemplo, algo que, a su juicio, está muy lejos de poder hacer el Gobierno de Rajoy.
La intervención de Pablo Iglesias ha sido una exhibición de eurofobia desde la tribuna del Congreso, en la línea del populismo que recorre toda Europa. Iglesias ha sentenciado que la UE es la historia de una serie de fracasos, y ha tratado de echar por tierra lo que pudo significar el origen de la Unión. A su juicio, esta solo nació por intereses de Estados Unidos, que quería frenar con un bloque a la Unión Soviética, por Francia, que quiso aprovecharse de Alemania, y por esta, que pretendía levantar cabeza.
Por Ciudadanos, Albert Rivera ha subrayado exactamente lo contrario, que la Unión Europea es el mayor logro de la civilización en los últimos 70 años, el mejor invento contra la guerra, por la libertad y la prosperidad. Pero dicho esto, ha advertido de que no caber quedarse inmóviles, porque hay que reformar el proyecto común para que siga siendo válido en el futuro. Rivera, que ya habla como portavoz de «los liberales», ha exigido a Rajoy más ambición y reformas.
Fuente: ABC