Científico analizando muestras de sangre (Foto. Freepik)
Las estrategias de vacunación contra la Covid-19 avanzan en todo el mundo. Actualmente son varias las vacunas que se están administrando tras las pertinentes autorizaciones comerciales de emergencia emitidas por los organismos reguladores competentes, pero lo cierto es, que todavía existen algunas dudas sobre el SARS-CoV-2. Uno de los aspectos sobre los que todavía se necesita más investigación es la duración de la inmunidad que generamos ante el virus tanto si esta ha sido mediada por alguna vacuna como si ha sido alcanzada tras superar la infección de forma natural. Un escenario sobre el que se ha comenzado a plantear la posibilidad de dosis de refuerzo de algunas de las vacunas que se están inoculando una vez se haya completado la pauta de vacunación.
Con esta fotografía de fondo se está desarrollando en Reino Unido un estudio pionero en el mundo bajo el nombre de Cov-Boost. Su objetivo se centra en proporcionar datos vitales sobre el impacto de una tercera dosis de refuerzo en las respuestas inmunes de los sujetos. De este modo se estudiarán los efectos de la administración de una dosis de refuerzo de las siete vacunas contra la Covid-19 que actualmente se están inoculando en el país. El ensayo contará con 2.886 participantes voluntarios que ya habrán completado su pauta de inmunización antes de iniciarse el estudio.
Además de estudiar el nivel de protección proporcionado por una tercera dosis de refuerzo, este ensayo busca analizar los efectos secundarios que podrían llegar a suponer la administración de dosis de refuerzo. El Comité de Vacunación e Inmunización de Reino Unido (JCVI, por sus siglas en inglés) utilizará los resultados para decidir si es necesaria una dosis de refuerzo, así como cuál de todas las vacunas autorizadas en el país es la más indicada para este propósito. Los resultados de la investigación se esperan para finales del mes de agosto y las autoridades británicas podrían tomar una decisión al respecto el próximo mes de septiembre.
El estudio, además de la vacuna de Pfizer, examinará el impacto de la administración de la vacuna de AstraZeneca y otras cinco como refuerzo, además de las dos dosis de la vacuna de Pfizer o AstraZeneca que los voluntarios ya habrán recibido. En algunos casos las personas recibirán media dosis del suero como refuerzo. Las otras vacunas que se probarán serán las vacunas de Moderna, Janssen y Novavax, que está siendo evaluada por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés); y dos vacunas que se encuentran en ensayos clínicos de fase 3 en Reino Unido: las vacunas de CureVac y Valneva. El gobierno de Reino Unido ya ha asegurado el acceso a las dosis de todas estas vacunas.
“La esperanza con las dosis de refuerzo es que elevemos los niveles de anticuerpos lo suficiente como para poder cubrir cepas de coronavirus existentes y variantes”
“La esperanza con las dosis de refuerzo es que elevemos los niveles de anticuerpos lo suficiente como para poder cubrir cepas de coronavirus existentes y variantes”, declara en The Guardian el profesor Saul Faust, director del Centro de Investigación Clínica del NIHR en Southampton e investigador principal del estudio. “Hay dos formas de hacer esto. Una es contar con niveles de anticuerpos lo suficientemente altos de la cepa de la vacuna original y la otra es cambiar las vacunas. Este no es un ensayo sobre las vacunas modificadas”, añade.
El equipo de investigadores estudiará el nivel de respuesta inmune desencadenada por una tercera dosis de una vacuna y su éxito a la hora de enfrentarse a las nuevas variantes del virus. Se investigarán también todos los posibles efectos secundarios que puedan provocar las dosis de refuerzo tanto en adultos jóvenes como en adultos mayores, en comparación con una vacuna de refuerzo placebo, la vacuna meningocócica que se utiliza para proteger contra la meningitis.
“El programa de vacunación del Reino Unido ha supuesto un esfuerzo nacional muy importante, con siete de cada 10 británicos con una primera inyección inoculada. Haremos todo lo que podamos para preparar a este país para el futuro frente a pandemias y otras amenazas a nuestra seguridad sanitaria y los datos de este primer ensayo clínico global ayudarán a dar forma a los planes de nuestro programa de refuerzo antes de finales de año”, ha manifestado el secretario de Salud, Matt Hancock.
PFIZER Y MODERNA ANUNCIARON LA NECESIDAD DE REFUERZOS
La compañía farmacéutica Moderna ha anunciado recientemente que será necesaria una tercera dosis de refuerzo (la pauta de inmunización de su vacuna especifica la administración de dos dosis con un intervalo de 28 días). Stéphane Bancel, consejero delegado de Moderna ha explicado que estas dosis de refuerzo deberían comenzar a administrarse después del verano ya que un retraso mayor podría traducirse en muertes y hospitalizaciones. Ha dejado claro que todos los vacunados con Moderna, independientemente de la edad, tendrán que recibir este refuerzo “para proteger a las personas frágiles no vacunadas”.
Ugur Sahin, cofundador de la farmacéutica alemana BioNTech, confirmaba el pasado 28 de abril que será necesaria una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 desarrollada junto a Pfizer. Esta dosis se administraría a los nueves meses de completar la pauta actual de inmunización (dos dosis con un intervalo de administración de 21 días). El objetivo de esta tercera dosis se centra en la consolidación de la protección frente al SARS-CoV-2.
“La protección se va haciendo menor lentamente en el tiempo. Tenemos datos que indican que a los seis meses la protección ya no es del 95% sino del 91%, y a los ocho meses vemos que los anticuerpos que producen la protección merman claramente. Por eso necesitamos una tercera dosis para llevar la protección de nuevo cerca del 100%”, explicado.
Fuente: ConSalud.es