Ni en Semana Santa (del 26 de marzo al 9 de abril) ni en el puente de San José (del 17 al 21 de marzo), en las seis comunidades en las que es festivo, los ciudadanos no podrán salir de sus respectivas comunidades autónomas ni para hacer turismo, ni visitar familiares o amigos ni a sus segundas residencias. La única excepción son las islas (Baleares y Canarias), que no perimetrarán su territorio aunque seguirán pidiendo una PCR para entrar.
Durante esos periodos, el toque de queda será de 23 h a 6 h (en Catalunya ahora es de 22 h a 6 h). No se permitirán las reuniones en domicilios de personas no convivientes (a petición de Madrid, que ya lo aplica) y en los espacios públicos se podrán reunir hasta seis personas fuera y cuatro en el interior.
Agentes de la guardia civil realizan un control de tráfico en la autovía A-30 para evitar los desplazamientos no autorizados en Molina de Segura. (Marcial Guillen EFE)
Así lo acordaron ayer el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas reunidos en el seno del Consejo Interterritorial. No hubo unanimidad, ya que Madrid se opuso al cierre perimetral y, tras la reunión, anunció que no acatará el plan aprobado por el resto de consejeros, aunque es de obligado cumplimiento tras ser elevado a orden ministerial y publicado en el BOE.
Catalunya dijo haberse abstenido (la ministra Carolina Darias señaló que no había emitido el voto por ausencia en el momento de la votación) porque no estaba de acuerdo con rebajar a cuatro el número de personas en interiores de bares y restaurantes. La Generalitat, que pedía que fueran seis, estuvo de acuerdo con el resto de medidas.
El desmarque de Madrid impidió a la ministra de Sanidad conseguir el apoyo unánime que tanto ansiaba. Madrid votó en contra al entender que esa medida perjudica a su territorio y va en contra del plan que lleva a cabo.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, compareció a la misma hora que lo hacia Carolina Darias para informar que el gobierno regional no acatará lo decidido porque el decreto del Estado de Alarma deja claro quién tiene las competencias para tomar decisiones en esa materia y en este caso es la presidenta autonómica.
El martes, la idea de Madrid era asumir el cierre perimetral si lo apoyaban todas las comunidades, pero los acontecimientos políticos ocurridos ayer, con la ruptura del PP y Ciudadanos, han llevado al ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso a exhibir sus diferencias con el resto de comunidades y el Gobierno central, según fuentes próximas a la reunión. Porque si todas las autonomías salvo Madrid cierran, los madrileños no pueden viajar a ninguna otra región.
“Nuestra postura ha quedado muy clara. Madrid no se va a cerrar perimetralmente”, indicó Escudero, quien justificó su negativa en que es una decisión de carácter técnico. En esa misma línea, el viceconsejero Antonio Zapatero insistió en que la evidencia científica es que, en una provincia con una alta densidad de población como Madrid, “el perimetraje consigue un aumento de casos a nivel local”.
Un camarero atiende a dos clientas en la terraza de un bar en el centro de Madrid (España), a 5 de febrero de 2021. (Tamara Rozas EP)
Sus palabras van en la línea que defiende Ayuso, que si los madrileños se quedan en su región es más fácil la transmisión que si salen fuera. No dijo nada, sin embargo, sobre la posibilidad de que el virus se extienda a las regiones a las que estos pudieran viajar, como indican fuentes de Castilla-La Mancha.
En cuanto al toque de queda nocturno, propuesto inicialmente a las 22 horas, Sanidad ofreció la posibilidad de que se fijara como máximo a las 23 horas, tal como habían pedido algunas comunidades, entre ellas Madrid. Eso sí, aclaró Darias, las 23 horas es el máximo, si alguna comunidad quiere mantenerlo a las 22 horas, como es el caso de Catalunya, puede hacerlo.
Los expertos en salud pública consultados por La Vanguardia consideran que, aunque es “mejor desde el punto de vista epidemiológico” que esta restricción sea a las 22 h, el margen de una hora no es tan determinante para el devenir de la pandemia ahora mismo.
El consenso fue muy amplio. Todas las comunidades, excepto Madrid, apoyaron la propuesta de Sanidad aunque hubo algunas aclaraciones que se han incluido en el texto final, que será publicado como orden ministerial para que sea de obligado cumplimiento (así lo pidió, entre otras, Andalucía). El País Vasco se mostró conforme con el plan diseñado, aunque pidió que se incluya que si una comunidad tiene unas medidas más restrictivas y quiere continuar aplicándolas, lo pueda hacer. Darias dio su visto bueno.
El texto aprobado justifica estas medidas en la necesidad de controlar una pandemia que se resiste a remitir. Aunque la incidencia está bajando, esta tendencia puede variar si se incrementan los viajes y los contactos sociales.
Sanidad cree que estamos en un momento crítico, con una vacunación que aún no llega a una parte importante de la población y con unas variantes del virus que siguen aumentando su presencia en el territorio. La presencia de la variante británica se calcula que ya está en el 40% de los casos.
“Dentro de las personas que se desplazan, hay que tener en cuenta que un grupo numeroso en esta categoría se corresponde con quienes cursan estudios universitarios y regresan a sus domicilios familiares durante las vacaciones. Si no se cumplen las medidas de prevención, este colectivo de estudiantes supone un potencial riesgo para los miembros de la unidad familiar, más si entre ellos existe población vulnerable”, señala el texto.
Fuente: La Vanguardia