El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, cree que tiene sentido controlar la entrada de las variantes sudafricana y brasileña del coronavirus por existir un número pequeño de afectados por ellas en el país y ser casos importados, pero tiene poco el hacerlo con la británica.
Además, ha asegurado que "ya queda menos" y que pronto podríamos estar "en una situación realmente buena", por lo que ha instado a no permitir que "se conviertan en un infierno".
Simón ha hecho estas consideraciones al ser preguntado por el motivo por el que se ha impuesto la cuarentena a pasajeros de Sudáfrica y Brasil y no del Reino Unido, cuando entre el 20 % y el 25 % de los casos son debidos a la variante británica, según las estimaciones que tiene Sanidad a nivel nacional.
El epidemiólogo ha explicado que los casos debidos a las variantes brasileña y sudafricana son pocos y han sido en general importados: dos por la primera y siete casos notificados por la segunda (al menos dos de ellos con seguridad de que son casos importados).
Y entre el 20 y 25 % de los casos se deben a la variante británica, aunque ahora mismo en España hay una variabilidad importante en cuanto a la distribución de este virus porque hay comunidades autónomas en las que la prevalencia de este estaría cercana al 50 % y en otras por debajo del 4 % debido a que no todas tienen la capacidad de secuenciación.
El porcentaje del 20-25 % sigue la progresión esperada respecto a lo que conocemos en otros países.
Además, Simón se ha referido a la eficacia de las vacunas y ha admitido que en cuanto a la variante sudafricana hay informes que indican que algunas no tienen la misma eficacia.
Pero también es cierto, según ha afirmado, que la vacuna que ha mostrado menor eficacia va incrementando su generación de anticuerpos a medida que pasa el tiempo en un periodo más largo que otras vacunas, con lo que "hay que tener mucho cuidado para valorar estos resultados".
También ha avanzado que la vacuna de Pfizer estaría generando un nivel similar de anticuerpos in vitro, lo cual, ha matizado, "no quiere decir que luego la eficacia sea exactamente la misma, pero sí que parecería que la reducción de la posible eficacia de otras vacunas sería mucho menor de lo que se ha observado con la de AstraZeneca".
Por otra parte, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha asegurado que "ya queda menos" y que de aquí a pocas semanas podríamos estar "en una situación realmente buena".
Así se ha expresado en la rueda de prensa al ser preguntados si consideran que las comunidades están desescalando las medidas demasiado deprisa.
El epidemiólogo ha recordado que hay siete comunidades con una incidencia menor a los 250 casos por cada 100.000 habitantes cuando la media nacional es de 320.
Y aunque sigue siendo un "dato muy malo", a medida que ese umbral desciende y se rebaja el nivel de alerta "alguna de las medidas se puede modificar, cambiar o relajar de alguna forma", lo cual no implica, sin embargo, que se rebajen las demás: "cuantas más medidas se rebajan por un lado, mejor hay que aplicar las que quedan", ha advertido.
"Queda ya poco, queda menos, cada día que pasa es un día que ganamos a la epidemia y ahora es claro: tenemos una vacuna de la que cada vez va llegando en más cantidad, con lo cual es más probable que de aquí a pocas semanas estemos en una situación realmente buena", ha subrayado.
"Lo que no podemos hacer es que estas pocas semanas que nos quedan se conviertan en un infierno"
Pero "lo que no podemos hacer es que estas pocas semanas que nos quedan se conviertan en un infierno en lugar de un camino tranquilo y relajado hacia una buena situación".
Por otra parte, y ante la divergencia de resoluciones que están dictando los tribunales en distintas comunidades sobre el cierre decretado de la hostelería, Simón ha recordado que la sentencia desfavorable del TSJPV ha supuesto "un problema para las herramientas de control" de la transmisión que tiene esta comunidad.
Pero no ha sido así en Navarra o Cantabria, "entre otras cosas, porque la evidencia que se acumula día a día sobre el impacto de las reuniones sociales en bares o en casas es cada día mayor".
"Ya es obvio, no hay prácticamente duda; de hecho, en nuestro país se observa una correlación bastante importante desde el momento en que se toma la medida del cierre de la restauración y de las grandes reuniones sociales con el control de la transmisión", ha reiterado.
Por lo que ha confiado en que los tribunales acaben aceptando este tipo de medidas para preservar la salud pública.
Fuente: 20 Minutos