El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firma el acuerdo del diálogo social. (EFE)
La negociación del Gobierno con los agentes sociales para pactar la ampliación de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) fue tensa hasta la noche del jueves, cuando se cerró el acuerdo. El principal escollo para la patronal era la cláusula de mantenimiento del empleo durante seis meses, que obligaba a las empresas a mantener a todos sus trabajadores tras la finalización del expediente. La negativa inmediata de la CEOE dio lugar a una negociación a contrarreloj que se cerró con el Gobierno abriendo la puerta a los despidos cuando se terminen los ERTE.
Así figura en el documento firmado este lunes por los sindicatos, las patronales y el Gobierno en La Moncloa. En concreto, la disposición adicional sexta recoge que "este compromiso del mantenimiento del empleo se valorará en atención a las características específicas de los distintos sectores y la normativa laboral aplicable". De esta forma, se abre la puerta a que se puedan producir despidos, lo que supondría un gran alivio para muchos sectores que tardarán todavía varios meses en recuperar la nueva normalidad. Este apartado ya se incorporó al RDL 11/2020, pero no se incluía en los primeros borradores que envió el Gobierno a los agentes sociales y la CEOE exigió que se contemplara como un punto imprescindible para dar su apoyo.
El documento, que se aprobará el martes en Consejo de Ministros, señala que se tendrán en cuenta, especialmente, aquellos sectores que "alta variabilidad o estacionalidad del empleo", esto es, fundamentalmente empresas asociadas al sector turístico. Pero no son las únicas, lo que abre la puerta a que afecte a otros sectores lastrados por la crisis económica derivada del coronavirus. Los agentes sociales consideran que la valoración de las excepciones a la cláusula de mantenimiento del empleo debería negociarse en la comisión tripartita compuesta por el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y las patronales.
La CEOE consiguió incorporar otras excepciones a la cláusula de mantenimiento del empleo que eran fundamentales para las empresas. La primera es que se podrán realizar despidos si así se puede evitar la caída en concurso de acreedores. Esto es, mejor perder algunos empleos que perder toda la empresa.
Este compromiso del mantenimiento del empleo se valorará en atención a las características específicas de los sectores
Tampoco se contemplará como incumplida la cláusula si se producen despidos de trabajadores temporales por extinción ordinaria del contrato de trabajo, ya sea por finalización del tiempo establecido o por la culminación de la obra o servicio que lo motivaron. También se contempla como excepción de la cláusula los despidos procedentes y el fin del llamamiento de trabajadores fijos discontinuos por el fin de temporada.
De esta forma, se introducen importantes vías de flexibilidad en la cláusula de mantenimiento del empleo, que era la gran preocupación de la CEOE con la propuesta inicial del Gobierno. Eso sí, está por ver hasta qué punto el Ministerio de Trabajo abre la mano a estos despidos tras los ERTE, ya que el acuerdo no da ningún detalle adicional. Simplemente señala que "se valorará".
La cláusula de mantenimiento del empleo se contempla durante seis meses desde que la empresa empiece a levantar el ERTE, aunque en ese momento no haya reincorporado a toda su plantilla. Eso significa que si alguna empresa ha retomado la actividad este lunes, con el inicio de la desescalada, estará obligada a mantener a sus trabajadores hasta noviembre, salvo que entre en alguna de las excepciones expuestas anteriormente. Es importante señalar que el mantenimiento del empleo no es cuantitativo, esto es, la obligación de que el número de trabajadores se conserve, sino que se tienen que preservar todos los trabajadores afectados por el expediente. En otras palabras, la cláusula protege a los asalariados afectados por el ERTE.
Fuente: El Confidencial