En la carrera hacia la «nueva normalidad» en cuatro etapas que ha marcado el Gobierno central para toda España, hay áreas que ya se descuelgan. Así lo han trasladado sus presidentes regionales al Ministerio de Sanidad, que publicará en una orden la decisión de Salvador Illa sobre qué provincias están en disposición de adentrarse en la fase 1 de desescalada el próximo 11 de mayo y cuáles no. Por el momento, en su comunicación al departamento, seis áreas sanitarias catalanas y más de 200 de Castilla y León se ven fuera y no han solicitado avanzar, aunque también recalcan que podrían hacerlo en cualquier momento y no aguardar los quince días predefinidos en cada estadio. De todas, la Comunidad de Madrid protagonizó la discusión más tensa que desembocó, finalmente, en la petición de dar un paso adelante en el desconfinamiento de la población.
Apurando los plazos, ayer a las 14.00 horas vencía el plácet dado por el Gobierno para que cada región identificase en qué situación estaba en los cuatro marcadores que ha definido Sanidad (se exige, además, a las comunidades que puedan tener listas en el plazo de cinco días entre 1,5 y 2 camas en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y disponer entre 37 y 40 camas para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes, en el caso de que se produjera un rebrote de coronavirus). Hubo varias regiones que notificaron su decisión no sin un arduo debate previo y tarde. El caso más notorio fue Madrid, donde la presidenta Isabel Díaz Ayuso y su vicepresidente, Ignacio Agudo, evidenciaron su profundo desacuerdo en este asunto. Hasta el último momento Madrid estuvo deshojando la margarita sobre su futuro inmediato. La diferencia de criterios comenzó a verse por la mañana en un pleno interrumpido por decisión de Ayuso, y no fue sencillo llegar a un punto de encuentro. Las divergencias entre los socios de Gobierno (PP y Cs) fueron de tipo formal y también de fondo, pues mientras para Díaz Ayuso, antes de pasar de fase se tiene que reducir el porcentaje de enfermos en UCI. Demandó aplicar la desescalada «con cabeza y tiempo», informa S. Medialdea.
Sin embargo, su socio de gobierno dijo que «ha llegado el momento» y la Comunidad de Madrid está preparada para reactivarse, tiene un «sistema sanitario robusto» y no puede esperar más tiempo para abrir y recuperar la normalidad de forma gradual. Ambos consensuaron exigir el uso generalizado de mascarillas también en zonas privadas.
El visto bueno a cada petición será analizado por un equipo técnico conformado por 12 expertos cuya composición no quiere desvelar el Gobierno para, en palabras del responsable del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, «puedan trabajar con la suficiente libertad y evitar presiones». La decisión de quién pasa y quién no pertenece a la máxima autoridad competente que es el ministro del ramo, por lo que ayer Illa mantuvo una intensa agenda de contactos con las comunidades antes de evaluar la información ofrecida por cada una. A media tarde, Cataluña le hizo llegar su propuesta al ministro catalán. Según la consejera de Salud, Alba Vergès, solo tres de las «regiones sanitarias» deberían entrar el lunes en la fase 1: el Alto Pirineo-Arán, Campo de Tarragona y Tierras del Ebro, en las provincias de Lérida y Tarragona. Las demás están todavía en una situación de riesgo «moderado alto» que hace preferible esperar. Grave es la situación de Barcelona y su área metropolitana (que concentran el 66% de la población de la provincia) y que no están listas para emular a la mayoría de España. Vergés pidió hacer un esfuerzo en favor de la «cogobernanza» en la gestión de la desescalada. Más simple fue el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que en un mensaje en Twitter dio por hecho el desconfinamiento tal y como lo pedía el Govern. «Importante. Aprobado», escribió, sin esperar a la orden ministerial publicada por el gabinete de Pedro Sánchez, lo que abundó en la confusión ciudadana, informa M. Vera.
La otra región que ve obstáculos hacia la meta final del desconfinamiento es Castilla y León. Bajo el convencimiento de que el virus sigue circulando, la consejera de Sanidad y médico de profesión, Verónica Casado, mantiene la prudencia y en su comunicación a Sanidad se limita a pedir que 26 zonas básicas de salud rural avancen. Una de ellas, la comarca soriana de Tierras Altas, se niega a hacerlo por la falta de test. De esta forma, según informa J.M. Ayala, ni provincias enteras ni capitales ni localidades de tamaño medio saltarán de fase 1 de la desescalada en la comunidad. Salvo contraorden del ministro Illa, apenas 53.000 ciudadanos de los más de 2,4 millones podrán disfrutar de nuevos servicios la semana que viene. Casado y el vicepresidente, Francisco Igea, también médico, dejan abierta la posibilidad de ir solicitando casi a diario la incorporación a la fase 1 de zonas, municipios e incluso provincias sin esperar a que pasen dos semanas mas desde el día 11 para no «retrasar» la vuelta a la normalidad. Lo prevén hacer cuando consideren que se dan las condiciones fijadas y enviando propuestas al Ministerio de Sanidad.
Por su parte, Cantabria da tan buenos datos que demandó ya la reapertura inmediata de servicios lúdicos como los campos de golf, amén de concesionarios, mercadillos al aire libre, incluso las boleras, informa R. Fernández Ortiz. Andalucía, en cambio, excluye la posibilidad de reabrir mercadillos y espectáculos, así como de celebrar velatorios, en tres distritos sanitarios (dos de Granada y uno de Málaga) que para el Ejecutivo de Juanma Moreno no cumplen las condiciones marcadas. Su propuesta es que todas las provincias (30 de 33 distritos sanitarios) evolucionen de fase, aunque sugiere que la mascarilla sea obligatoria en zonas abiertas con gran afluencia.
Asturias lanzó una propuesta «de mayores», al pedir que 13 de sus 78 concejos (los situados en los valles de los Oscos y los Osos) salten directamente a la fase 2, aquella en la que los restaurantes pueden atender en el interior del local, por ejemplo.
País Vasco inicia su propia «desescalada». Su gobierno cree que cumple los requisitos para hacerlo y, de hecho, el servicio autonómico de Salud (Osakidetza) ha comenzado ya unilaterlamente a derogar algunas medidas que se adoptaron para hacer frente a la alerta sanitaria, incluidas la suspensión de mercados y ferias de venta de alimentos y los comercios itinerantes. También ha quedado obsoleta la normativa de excepción en materia de sanidad mortuoria, de forma que los tanatorios podrán volver a abrir sus puertas, comunicó ayer. Además, se anula la orden mediante la que se permitió disponer de los recursos privados y «las entidades privadas inicien su actividad programada», informa A. Mateos. El condado de Treviño, además, enclave burgalés ubicado en el interior de Álava, llevará a término su «desescalada» de la mano de la autonomía vasca.
Mientras la ciudadanía disfruta de las primeras medidas de alivio del confinamiento, las autoridades sanitarias animan a cumplir las normas porque un paso atrás «sería terrible», dijo ayer Fernando Simón, ya que los sanitarios «no podrán aguantar otra situación semejante», alertó. Estas medidas están sentando bien en territorios con pocos contagios, como Murcia, cuyo presidente no solo reportó que la región puede saltar de fase, sino que sería conveniente ampliar el tramo horario que permite salir a los niños a la calle.
El resto de regiones y las dos ciudades autónomas completaron la petición sin sorpresas. Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Galicia, La Rioja, Castilla-La Mancha y Navarra (amén de las islas baleares y canarias que no lo han hecho ya, que son La Graciosa, El Hierro, La Gomera y Formentera) cumplen las condiciones que les permitirán reconquistar libertades.
Medidas de relajación
Entre las medidas de relajación que contiene el cambio de escenario a la fase 1, se encuentra la apertura de actividades comerciales, como tiendas de menos de 400 m2 sin cita previa. El aforo máximo será del 30%. Las terrazas abrirán al 50% de su capacidad. Tendrá que haber una distancia de dos metros entre mesas y los grupos de clientes tendrán un máximo de 10 personas. No se podrán utilizar cartas ni servilleteros.
Visitas a los familiares
En el ámbito personal, se podrá visitar a los familiares en grupos de 11 personas en hogares o en terrazas abiertas; se velará con aforo limitado a los familiares.
El coche
Uso de coche de hasta 9 plazas por los residentes en un mismo domicilio.
Fuente: ABC