Una trabajadora sanitaria realiza un test de coronavirus a un pescador el pasado viernes en Gipuzkoa.
El estudio en 36.000 familias para conocer la expansión real de la epidemia de la covid-19, donde se recogerán los datos a nivel provincial y local y también por edad y sexo, comenzará a realizarse este lunes en toda España. Para llevar a cabo el estudio de seroprevalencia, se realizará un primer test rápido de anticuerpos (una muestra de sangre) y después se hará una segunda prueba de anticuerpos del suero, para la que se requerirá de personal sanitario especializado.
Se realizará en tres oleadas, con un intervalo de 21 días entre cada una, para ver “la evolución dinámica de la enfermedad”, lo que para los expertos es un dato muy relevante. El Ministerio de Sanidad ha explicado que la investigación ofrecerá además información del comportamiento de la transmisión del virus dentro de los hogares después de seis semanas de confinamiento.
Aunque en un momento se valoró que fuera el Ejército el que tomara las muestras, finalmente serán los servicios de salud autonómicos los que se encargarán de recoger una muestra serológica de los participantes. Se hará en los centros de salud, salvo en los casos en los que sea indispensable la visita domiciliaria.
Para este estudio, diseñado por el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han seleccionado un total de 36.000 hogares con una media de 2,5 miembros cada uno. Aunque la participación es voluntaria, se ha pedido a las familias, seleccionadas aleatoriamente, que en la medida de lo posible colaboren porque ello ayudará a tener “esta foto real de la epidemia”, en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Los hogares, seleccionados por el INE, están repartidos por el territorio español y cubren de forma proporcional todos los sectores de edad de la pirámide poblacional, con unas 90.000 personas en total, según el plan de desarrollo del estudio de Sanidad. Cada una pasará dos tipos de pruebas distintas tres veces, con una separación de tres semanas entre muestra y muestra.
Primero se hará un test rápido de inmunocromatografía, que detecta en 10 minutos con un simple pinchazo en un dedo —un procedimiento similar al de una prueba para medir la glucosa— tanto la inmunoglobulina IgM (los primeros anticuerpos que se generan) como la IgG (los más duraderos). Además, se hará un análisis de sangre más completo con una técnica llamada Elisa, que analiza en profundidad la cantidad de respuesta inmune que se ha generado. Estas dos pruebas se repetirán en tres ocasiones.
En las dos primeras semanas, es decir, hasta el 10 de mayo si se cumplen los plazos, ya se habrá hecho una primera ronda, por lo que se podrá contar con unos resultados preliminares. Esta es una de las estrategias que maneja el Gobierno para la salida escalonada del confinamiento y la paulatina vuelta a la normalidad, aunque el retraso en el inicio del estudio, previsto hace más de una semana, ha provocado que las primeras medidas, como el permitir la salida de los niños, se hayan tomado sin conocer la incidencia real de la epidemia.
Es necesario saber cómo está circulando el virus en España y qué personas han pasado ya la enfermedad, con dos objetivos. El primero, de interés epidemiológico, es calcular qué parte de la población ha pasado la enfermedad y está inmunizada (aunque aún se desconoce cuánto puede durar esa inmunidad). El segundo es detectar posibles casos de infección activa, lo que permitiría aislar rápidamente esos casos para que no contagien al resto de las personas con las que viven o a sus compañeros de trabajo si están entre los empleados que acuden presencialmente a sus puestos.
Fuente: El País