Fira de Barcelona, donde iba a tener lugar el MWC.
La organización del congreso señala que es "imposible" sacarlo adelante y emplaza a las autoridades a empezar a trabajar de cara a la edición del año que viene.
La GSMA, la asociación organizadora del Mobile World Congress de Barcelona, decidió ayer finalmente suspender el congreso de este año que estaba previsto que se celebrase del 24 al 27 de febrero, debido a la alarma creciente por la epidemia del coronavirus chino y a la baja de muchas compañías. Es el primer gran evento que se suspende fuera de Asia.
"Con el respeto al ambiente seguro y saludable de Barcelona y del país anfitrión, la GSMA ha cancelado el MWC de Barcelona 2020 porque la preocupación mundial por el brote de coronavirus, la preocupación por los viajes y otras circunstancias hacen imposible que se celebre el evento", dijo John Hoffman, consejero delegado de la organización en un comunicado.
El primer directivo de la patronal de operadoras de telecomunicaciones aseguró que las autoridades locales "respetan y entienden la decisión". En este sentido, la asociación organizadora del evento explicó que seguirá trabajando con Barcelona de cara al MWC de 2021 y futuras ediciones. De esta forma, también queda descartada cualquier posibilidad de aplazamiento como solución.
El MWC se ha celebrado de forma ininterrumpida en Barcelona desde 2006 y tiene contrato con la ciudad hasta 2023. Hoffman recordó que este congreso se ha convertido en el referente al lograr reunir a la industria, los gobiernos, los operadores y otros actores del sector de las telecomunicaciones. Los planes tanto de GSMA como de las autoridades catalanas son iniciar negociaciones el año que viene para asegurar la continuidad del congreso.
Tras conocerse la cancelación, el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona guardaron silencio. Las tres administraciones, junto con el propio Hoffman, comparecerán mañana a las 10.30 en rueda de prensa en Fira de Barcelona.
Telefónica, que forma parte de GSMA, fue una de las primeras empresas en reaccionar tras conocerse la cancelación. La teleoperadora española entiende la decisión de la GSMA de suspender el Mobile World Congress 2020 por la situación generada por el coronavirus. "Apreciamos el enorme esfuerzo realizado tanto por la organización como por las autoridades. Telefónica siempre ha apoyado, apoya y apoyará a Barcelona como ciudad anfitriona del MWC", señalaron fuentes de la empresa.
Reunión adelantada
Aunque inicialmente se había programado una reunión decisiva del consejo (board) formado por 25 representantes de operadoras de telecomunicaciones para el próximo viernes, finalmente la presión ante la sucesión de compañías que fueron anulando su presencia obligó a la GSMA a reaccionar y a adelantar a ayer la reunión.
El goteo de bajas se convirtió en desbandada y a lo largo de la jornada de ayer se sumaron pesos pesados de la industria europea como Nokia, Deutsche Telekom o Vodafone. En la lista ya figuraban nombres clave como Sony, Cisco, Intel, Facebook, Rakuten, AT&T, NTT, Amazon, Umidigi o MediaTek.
La presión de las compañías, que temían contraer un alto riesgo reputacional en el caso de que el certamen se celebrase y provocase algún contagio de la enfermedad, se contraponía con la insistencia del poder político, desde el Gobierno español, a la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Las tres administraciones han presionado para mantener el congreso que aporta una lluvia de millones a la Ciudad Condal, con casi 500 millones de euros de aportación económica por todos los conceptos -hoteles, restauración, ocio, transportes, etc- y 14.200 empleos temporales en la última edición celebrada en 2019.
La suspensión del congreso también tendrá un importante impacto en Fira de Barcelona. El MWC representa un 30% de sus ingresos, algo más de 60 millones de euros. Precisamente, uno de los objetivos del presidente de la institucion ferial, Pau Relat, es reducir la dependencia con este evento.
El hecho de que la feria se celebre en Barcelona hace que el tema se haya tratado con una mayor sensibilidad política -porque la ciudad sería la principal perjudicada- y que el interés del Gobierno en intentar evitar una anulación sea aún mayor, ya que depende de sus socios políticos de ERC para aprobar los presupuestos.
Punto de inflexión
Probablemente, el punto de inflexión de la crisis se produjo con la decisión del gigante sueco Ericsson, uno de los pesos pesados de la industria de telecomunicaciones, -el número dos de las redes tras Huawei- y uno de los principales expositores del certamen, con un stand de más de 6.000 metros cuadrados, que la semana pasada decidió darse de baja con el argumento de anteponer la seguridad de sus empleados y de sus clientes por encima del negocio.
Esa apelación a la prioridad de plantilla y clientes, un argumento que también había enarbolado anteriormente la coreana LG, situó al resto de compañías en un escenario muy complicado desde el punto de vista reputacional, ya que cualquier compañía que acudiese podría ser acusada por una parte de la opinión pública de no preocuparse de sus empleados y clientes.
De nada sirvieron ya los llamamientos de las tres administraciones a la calma ni recordar que la GSMA había incrementado las medidas de seguridad siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Antes de conocerse la cancelación, los hoteleros de Barcelona ya habían criticado una alarma "exagerada" con el coronavirus. El presidente del Gremi d'Hotels, Jordi Mestre, también se preguntó por qué otros salones como el ISE, que se celebra estos días en Ámsterdam, no están viendo su operativa afectada. "Algún día nos lo tendrán que explicar", dijo. Sony, Intel o Cisco son algunas de las empresas que tienen representación en el congreso holandés y decidieron cancelar su presencia en Barcelona.
Los hoteles de Barcelona tenían reservadas 28.000 habitaciones de una planta hotelera de 40.000 habitaciones por parte de la agencia oficial de la GSMA. Para muchos establecimientos, el Congreso del Móvil lleva años suponiendo un flotador importante para salvar el primer trimestre, el más flojo del año.
La Asociación de Apartamentos Turísticos (Apartur) alertó que la cancelación generará "importantes pérdidas", ya que ese evento suponía unos 14 millones de euros, un 4% de la facturación de todo el año.
Fuente: Expansión