Una oficina de Empleo en Valladolid
El primer mes del año nunca es bueno para el mercado laboral. Ni cuando la economía crece mucho se evita que se hunda la afiliación a la Seguridad Social ni se dispare el paro registrado. Y eso es lo que ha vuelto a pasar en 2020. En enero cayó el empleo en 244.044 personas, es la mayor bajada de afiliación en este mes desde 2013. No obstante, la cifra total de cotizantes sigue estando por encima de los 19 millones, en concreto, 19,164 millones, según las cifras divulgadas este martes por el Ministerio de Seguridad Social.
El paro registrado tuvo un comportamiento en consonancia con el arranque del año, es decir, subió y lo hizo bastante. En un solo mes se han contado 90.248 desempleados más en las oficinas públicas de empleo. El peor enero desde 2014 deja la cifra total en 3,25 millones, según el Ministerio de Trabajo.
Cuando acaba la Navidad, finalizan muchos contratos de temporada en el comercio minorista y en la hostelería. También acaban muchos compromisos laborales vinculados al año natural. Y esto, sumado al enfriamiento económico que se observa (la caída de matriculaciones de coches casi un 8% en enero, conocida el pasado viernes es un ejemplo), han convertido este enero en peor que en los años anteriores. Así, pese a que se sigue creando empleo respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, el aumento del 1,83%, por primera vez desde el verano de 2014 se baja del listón del 2%.
Las cifras de empleo coinciden con el Consejo de Ministros en el que el Gobierno progresista de Pedro Sánchez prevé aprobar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 950 euros mensuales tras un acuerdo con la patronal y sindicatos. También está previsto que se apruebe la subida del 2% del sueldo de los funcionarios. El Gobierno tiene pendiente además, presentar su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este año porque actualmente está en vigor las cuentas prorrogadas de 2018.
Uno de los datos positivos en las cifras de empleo que acaba de divulgar el Ejecutivo está en los números desestacionalizados. Cuando se eliminan de los datos brutos los altibajos propios de las campañas turísticas, comerciales o agrícolas, se ve que todavía sube la afiliación. Tanto este dato como el de que el número total de afiliados en enero sea el más alto en este mes de la serie demuestra que la tendencia de fondo y la inercia de seis años de recuperación del mercado laboral todavía tienen un gran protagonismo.
Al observar la marcha de la afiliación por ramas de actividad, se confirma lo que suele suceder en enero. Son el comercio y la hostelería las que destacan en la pérdida de cotizantes. Contando solo el régimen general, la primera pierde 43.057 trabajadores y la segunda, 42.987. Le siguen otras como los servicios auxiliares, la sanidad o la industria manufacturera. También aparece en la lista el transporte, esta actividad se está convirtiendo en esencial para el comercio gracias al comercio electrónico, de ahí que también esté sujeta a la marcha de esta actividad.
Por sexo, el retroceso de la afiliación afectó tanto a hombres como a mujeres. En ambos casos, se superó la pérdida de 120.000 empleos. Así los primeros cuentan con 10,22 millones de cotizantes, un 1,23% más que hace un año; y las segundas, con 8,94 millones, un 2,53% más.
Un elemento a destacar en este primer mes de 2020 es la caída de la contratación. En los 31 días de enero se firmaron 1,76 millones de contratos, un 5,02% más que en 2019. Y la caída ha llegado sobre todo por el lado de los temporales, que supusieron un 5,42% menos que el año anterior.
Hay que tener en cuenta que un contrato, ni siquiera uno indefinido, es sinónimo de un puesto de trabajo fijo. Una prueba de esto se ha visto en 2019: subieron los contratos temporales y bajaron los fijos, en cambio, aumentó el empleo indefinido y cayó el temporal. España cierra cada año con más de 20 millones de contratos firmados, lo cual es visto por los conocedores del mercado laboral como una evidencia más de alta inestabilidad y precariedad.
Fuente: El País