Boris Jonhson ha prometido un "nuevo amanecer" para el Reino Unido tras su victoria en las "elecciones del Brexit", en las que ha logrado la mayoría más aplastante del Partido Conservador desde la era Thatcher (364 escaños frente a 203 del Partido Laborista). Exultante y triunfalista, con su incorregible sentido del humor, Johnson proclamó a primera hora de la mañana: "Vamos a culminar el Brexit, pero primero vamos a consumar el desayuno".
"Ha sido una irrefutable, irresistible e indiscutible decisión del pueblo", sentenció Johnson. "Vamos a dejar de lado la miserable amenaza de un segundo referéndum y a recuperar el control de nuestras fronteras, nuestro dinero y nuestro comercio. Vamos a liberar todo el potencial de este país".
Los resultados certifican rotundamente el éxito de Boris Johnson, con su lema "Get Brexit Done" y la misión prioritaria de culminar el Brexit el 31 de enero (sus 630 candidatos firmaron de antemano su apoyo al acuerdo pactado por el "premier" con Bruselas antes de convocar las elecciones).
Las elecciones anticipadas confirmaron el renovado ascenso del Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon, que logró 48 diputados con su promesa de un nuevo referéndum de independencia en el 2020.
Boris Johnson, eufórico en la sede del Partido Conservador británico.
Sturgeon aprovechó la ocasión para lanzar un órdago a Johnson e interpretar los resultados como "un mandato renovado y reforzado a favor de la independecia".
Jeremy Corbyn, que obtuvo los peores resultados para el laborismo desde 1935, reconoció que había sido "una noche muy decepcionante" y anticipó su marcha paulatina hasta que "se produzca un relevo tras una reflexión interna".
Corbyn pichó estrepitosamente con su decisión de declararse "neutral" ante el Brexit y centrar su campaña en la sanidad pública y las reformas económicas. La mayoría de sus votantes no le han perdonado su ambigüedad en una campaña marcada por la dimisión de su número dos, el moderado Tom Watson.
La debacle del Partido Laborista se tradujo en el derribo del histórico "muro rojo" en el norte industrial de Inglaterra, que se tiñó de azul por el voto favorable al Brexit. Uno tras otro los feudos laboristas cayeron en manos de los conservadores, incluido el viejo distrito electoral de Tony Blair, Sedgefield, que votaba laborista desde 1935. Jeremy Corbyn se consoló apenas con algunos de los bastiones tradicionales en Londres, mientras sus posibles sucesores (Keir Starmer, Emily Thornberry) traman ya el asalto al poder y viraje el partido hacia posiciones más moderadas tras el fiasco final del corbynimso la cabo de cuatro años.
Por su parte, con tan solo 11 diputados, el Partido Liberal Demócrata experimentó una severa derrota con su mensaje "Stop Brexit" y su líder Jo Swinson presentó sobre la marcha su dimisión. Swinson, de 39 años, no ha sabido capitalizar el voto de la permanencia.
Tras entrar con su novia, Carrie, a la residencia oficial del primer ministro, en el número 10 de Downing Street, se espera que Boris Johnson acuda después a ver a la reina Isabel II, que, como marca el protocolo, le pedirá oficialmente que forme Gobierno.
El líder conservador ha adelantado que la semana próxima podría hacer algunos cambios en el Gobierno, de cara a la apertura oficial del Parlamento el 19 de diciembre, tras lo cual presentará la ley de salida de la UE.
Las reacciones a la gran victoria conservadora no se han hecho esperar. Donald Trump se ha lanzado a felicitar a su colega británico por su "gran" victoria. Asimismo, ha avanzado que ahora Reino Unido y EEUU son libres para acordar un nuevo tratado comercial después del Brexit.
Por su parte, los dirigentes europeos pretenden encargar a Michel Barnier una relación comercial estrecha con Reino Unido tras la victoria de Johnson con la vista puesta en la salida ordenada de la UE el próximo 31 de enero.
"Estamos preparados para las próximas etapas, vamos a ver si es posible para el Parlamento Británico aceptar el acuerdo de retirada y tomar una decisión", ha dicho el nuevo presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Fuente: El Mundo