Imagen de una antigua tienda cerrada en la provincia de A Coruña.
Ourense, Palencia, Burgos y Huesca. Cuatro provincias que forman parte de la denominada España vaciada, y cuatro provincias que sufren una de las numerosas e importantes consecuencias de esta situación: son las que más autónomos del comercio han perdido en los últimos cuatro años.
Así lo evidencian los datos que ayer publicó la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y que constatan, por lo tanto, el alto número de cierres de comercios que se han registrado en estos territorios. En los tres primeros, el número de trabajadores autónomos del sector se ha reducido más de un 10% entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2019, mientras que en Huesca el dato es del -9,6%. Esto supone, por ejemplo, que Ourense tiene hoy 741 comercios menos, Palencia y la señalada provincia de Aragón han sufrido una reducción de más de 300 comercios, o que Burgos ha pasado de 6.380 a 5.729 autónomos.
Muy cerca de estas provincias, se encuentra Guipúzcoa, que con una pérdida de algo más de un 9% supone una llamativa excepción en esa relación entre la España vaciada y la caída en el número de comercios. Pero en el resto de datos sí se confirma el claro paralelismo entre estas dos circunstancias. Así, Asturias, Cantabria, Soria, Teruel y algunas zonas de Castilla-La Mancha están también entre los lugares que más trabajadores autónomos han perdido.
«El comercio es el sector que más ha acusado el proceso de despoblación. Cuando en un pueblo se cierra el pequeño negocio el pueblo muere, y cuando no se dan oportunidades reales de emprendimiento y relevo generacional en esos mismos pueblos, los jóvenes se marchan y los comercios pierden toda posibilidad de clientes. Donde se cierra un comercio se pierde la vida del pueblo. Allí donde se pierde población, como es Asturias, Galicia o Castilla y León, más se resienten los autónomos», explica Lorenzo Amor, presidente de ATA.
Estos datos, además, se enmarcan en una situación de pérdida generalizada de autónomos del sector en el conjunto del país. «El comercio se enfrenta a grandes retos como son la venta on line y la digitalización que va a obligar a los comerciantes a renovarse y no se volverán a recuperar aquellas cifras precrisis», prosiguen desde ATA, que ofrece la siguiente cifra para evidenciar la magnitud del proceso: «En España, se pierden al día 23 autónomos del comercio en los últimos cuatro años».
De hecho, entre 2015 y 2019 sólo Málaga y Santa Cruz de Tenerife han sido capaces de aumentar su número de comercios, mientras que en el resto de provincias las cifras son negativas. Madrid, a pesar del fuerte crecimiento que ha experimentado en el periodo analizado, ha sufrido una reducción de algo más de un 1%. Y también es llamativa la reducción en el conjunto del País Vasco, tal y como ya permitían adivinar los datos de Guipúzcoa, o en Cataluña.
En el caso concreto de la comunidad catalana, buena parte del retroceso se debe a la negativa evolución de la provincia de Barcelona: el casi 6% de autónomos menos representa una pérdida de más de 5.600 trabajadores, la cifra más alta en términos absolutos de todo el país.
Fuente: El Mundo