La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño.
97 medidas son el resultado de año y medio de Gobierno de Sánchez. Pese a estar en minoría, sin Presupuestos y seis meses en funciones, ha logrado subir el SMI, elevar cotizaciones, mejorar prestaciones y becas y fomentar la transición ecológica. Economía hace balance y cree que las reformas pendientes se pueden sacar adelante con grandes pactos de todos los partidos. Entre ellas destacan las pensiones o acabar con la temporalidad abusiva. En plena fragmentación política, fuentes del ministerio explican que en los partidos y agentes sociales hay un diagnóstico más compartido de lo que se piensa. Añaden que las reformas que aprueba un Ejecutivo en solitario no suelen aplicarse luego. Y ponen como ejemplo la de las pensiones de Rajoy, que se deshizo.
Al margen de las negociaciones políticas, el Ministerio de Economía trabaja ya en las propuestas de reformas para la próxima legislatura. Y como aperitivo ha preparado un informe de seguimiento de su Agenda del Cambio, la hoja de ruta que pretende seguir el Gobierno de Pedro Sánchez en política económica y que aprobó en febrero de este año. En ese documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS y que el ministerio se compromete a publicar cada seis meses, se enumeran hasta 97 medidas. Todas ellas aprobadas pese a estar en minoría, sin Presupuestos y con seis meses en funciones. Estas sirven de prueba de que se pueden poner en marcha iniciativas incluso en un escenario marcado por el tacticismo político, sostienen fuentes de Economía.
Y el propio informe esboza ya algunas de las futuras líneas de actuación si se consigue formar Gobierno. Explica que, tan pronto como haya un nuevo Ejecutivo, se enviarán a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos las revisiones de la eficiencia del gasto que ha elaborado la Autoridad Fiscal para analizarlas y aplicarlas si se considera conveniente. Entre estas se incluye la subasta de medicamentos andaluza, la revisión de las políticas de empleo o las ayudas a la industria. De utilizarse, deberían contribuir a que se gaste mejor. Y este año se hará una nueva ronda de revisiones en la que se examinarán las deducciones fiscales o las bonificaciones a la contratación.
Sobre las pensiones, el documento destaca que ya está en vigor un aumento de ingresos por valor de 3.786 millones de euros. Y subraya la subida del 7% de las bases máximas de cotización. “Se debe progresar en la reforma de la Seguridad Social en el marco del Pacto de Toledo”, dice el texto. Economía recuerda que ya se estuvo muy cerca de un acuerdo en el Pacto de Toledo y que solo se cayó en el último minuto. De ahí que afirme que en las grandes cuestiones las posiciones no están tan alejadas.
Lo mismo ocurre con la excesiva dualidad del mercado laboral entre temporales e indefinidos. La tasa de temporalidad del 26% es demasiado alta, señala el papel. Y desgrana algunas medidas tomadas para reducir esta segmentación, como acabar con el contrato de apoyo a emprendedores, que permitía periodos de prueba de un año, o el recargo sobre la cuota empresarial para los contratos de cinco días o menos. Con la campaña contra el fraude laboral se han conseguido convertir en indefinidos 174.000 temporales, abunda.
No obstante, estos solo son “los primeros pasos”, afirma el informe. Y agrega: “Estas medidas urgentes deben completarse con reformas estructurales”. Economía tiene para esto en cartera la llamada mochila austriaca, una cuenta del trabajador donde el empresario va pagando mensualmente el coste del despido y que el empleado puede llevarse si cambia de empresa o si se jubila. Según cómo se diseñe, este mecanismo puede ayudar a reducir la temporalidad. También contempla la simplificación de contratos a tres: el indefinido, el temporal estructural y el formativo. Las dos propuestas están recogidas en la Agenda del Cambio.
En definitiva, aunque haya un Ejecutivo de coalición, el departamento de Nadia Calviño buscará el respaldo de todos los grupos en las principales reformas. También se retomarán los proyectos ya presentados y no aprobados de Ley de Cambio Climático y de Ley de Reforma Educativa.
Al no contar con unos presupuestos aprobados, cada ministerio ha tenido que restringirse e ir buscando en su propio presupuesto los fondos con los que implementar sus medidas. De esta forma, se ha asegurado que continúe la corrección del déficit en las cuentas públicas. La estabilidad de las finanzas seguirá siendo una de las prioridades, señala Economía.
Esa limitación financiera ha hecho que no se pudieran aprobar muchos anuncios que comportaban importantes desembolsos. Sin embargo, si por fin se logran aprobar unos Presupuestos, entonces se podrá obtener algo de margen con las subidas de impuestos planeadas, como la tasa Google, el gravamen sobre las transacciones financieras, el alza del diésel o las subidas a rentas altas y a Sociedades.
Fuentes del Ministerio de Economía consideran que la ralentización se está estabilizando y no está yendo a peor. Por eso hay que aprovechar que la economía seguirá creciendo para hacer las reformas, sobre todo aquellas que bajen el paro estructural mejorando la formación, insisten.
Pero un panorama político fragmentado y caracterizado por el tacticismo puede complicar mucho la aprobación de reformas, en especial las más importantes. Aun así, Economía afronta esta realidad con un relativo optimismo. Recuerda que tenían acumuladas hasta 14 transposiciones de directivas europeas que no salían. Y al final las han sacado en el Congreso con el apoyo de todos los partidos, incluyendo la ley de crédito inmobiliario, un cambio esencial para proteger al cliente hipotecario. La excepción fue la Autoridad Macroprudencial, el nuevo organismo en el que se sientan todos los supervisores con Economía para analizar los riesgos de burbujas. Cuando se votó, Economía había negociado antes con los supervisores pero no con los partidos. Y el PP pensó que podría ganarse un tanto tumbándolo. Sin embargo, Ciudadanos se abstuvo y el resto la aprobó.
El Ejecutivo también aprovechará la Agenda del Cambio para alinear sus políticas con los nuevos fondos que repartirá Bruselas. Estos se centrarán más en la innovación, la transición ecológica o la digitalización. Y se corre el riesgo de desaprovecharlos si no hay coordinación. En general, la digitalización y el uso de la inteligencia artificial constituirán uno de los ejes prioritarios para el Gobierno.
Fuente: El País