Mariano Rajoy mantuvo anoche su primera conversación telefónica con Donald Trump después de su investidura como presidente de EEUU. Fue la Casa Blanca quien tomó la iniciativa y anunció la llamada que se produjo al filo de las 22.00 horas y duró 15 minutos. En la conversación, el presidente del Gobierno ofreció la estabilidad política española y el crecimiento de la economía como avales de la interlocución que se puede prestar a Washington en las relaciones con la Unión Europea, América Latina, Oriente Medio y Norte de África.
Tras conocerse la intención del presidente norteamericano, Moncloa apuntó el deseo de Rajoy de abordar en el contacto la relación entre Washington y la UE, condicionada en buena medida por el Brexit; la situación en América Latina, con la inmigración en primer plano; los problemas que afronta la economía y el comercio mundial y las cuestiones relacionadas con la seguridad y la lucha contra el terrorismo yihadista.
Respecto a la situación que se abre en la UE con la decisión del Reino Unido de abandonar el club comunitario, Rajoy transmitió a Trump su convencimiento de que en los próximos meses se «fortalecerá el proceso de integración europeo» y además, España trabajará concienzudamente para conseguirlo.
Los dos mandatarios, según explicó Moncloa, comentaron la próxima celebración, en el mes de mayo, de la Cumbre de la OTAN en la que ambos participarán . En relación con la Defensa los dos países mantienen una estrecha relación bilateral habida cuenta de la existencia en suelo español de las bases de Morón y Rota de utilización conjunta.
Igualmente Madrid y Washington vienen manteniendo en los últimos años una cooperación firme en el ámbito de la lucha contra el terrorismo del autodenominado Estado Islámico. España no sólo participa en las misiones de formación del Ejército Iraquí sino que además mantiene una colaboración estrecha con EEUU en el campo de la inteligencia.
Donald Trump mostró durante la conversación un interés especial por la situación económica española y los datos que arroja el intercambio comercial e inversor entre ambos países. A este respecto Mariano Rajoy no sólo le explicó los principales indicadores económicos, haciendo especial hincapié en el ritmo de crecimiento del 3%, sino que destacó que en los últimos años la inversión española en EEUU ha crecido hasta alcanzar un stock de 62.000 millones de dólares lo que ha supuesto, según Moncloa, la creación de más de 80.000 puestos de trabajo directos.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, explicó, antes de que se produjese el contacto telefónico que la pretensión del Gobierno en relación con la nueva Administración norteamericana es la de entablar una «relación de confianza» para poder «posteriormente» abordar cualquier asunto delicado y sensible con «franqueza».
Desde el equipo de Rajoy se afirmó, además, que la conversación debía enmarcarse en la ronda normal que realiza el presidente de EEUU tras ser investido, con los países socios y aliados «entre los que se encuentra España».
La intención del Gobierno es la de mantener la «buena relación» que siempre ha existido entre Madrid y Washington, en palabras del ministro portavoz Íñigo Méndez de Vigo, «para así intentar mejorar la vida de los ciudadanos de ambos países».
Tal y como también aseguraron desde Moncloa, durante la conversación telefónica, el presidente estadounidense "reafirmó la fuerte relación bilateral en una amplio abanico de intereses comunes". Según el comunicado de la Casa Blanca, el jefe del Estado y del Gobierno estadounidense "enfatizó la importancia de que todos los aliados de la OTAN se repartan la caga del gasto en defensa".
Ésa es una de las prioridades del Gobierno de Trump, que quiere que los países de la OTAN destinen como mínimo el 2% de su PIB a Defensa. En 2014, la OTAN fijó ese objetivo, pero para 2014. Y, además, no lo declaró de cumplimiento obligatorio.
Aparte, EEUU y Rajoy coincidieron en que ambos países "continuarán su cooperación en seguridad, terrorismo, y economía".
Fuente: El Mundo