Un grupo de pensionistas vascos se manifiesta en Bilbao para exigir unas pensiones dignas.
Pensionistas y funcionarios van a registrar una importante ganancia de poder adquisitivo durante el presente año, hasta el punto de que sus respectivas mejoras de pensiones y salarios van a duplicar y triplicar, respectivamente, el repunte de la inflación. Así se desprende de la actualización que el Banco de España ha llevado a cabo de su cuadro macroeconómico y en el que, además de rebajar sensiblemente las estimaciones de crecimiento y creación de empleo, también ha revisado a la baja su previsión de IPC.
En concreto, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos adelanta que la inflación será de apenas un 0,8% en 2019, tres décimas menos que la estimación que realizó en junio. En contraste, las pensiones se incrementaron a comienzo de año un 1,6% como consecuencia del acuerdo que cerraron el Gobierno de Mariano Rajoy y el PNV, y por el que el Partido Nacionalista Vasco dio su apoyo a los Presupuestos de 2018. Ambas partes cerraron que las prestaciones repuntarían ese 1,6% tanto en 2018 como en 2019, y el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió incrementar la mejora una décima, hasta el 1,7%, en el pasado ejercicio.
Para este año, en cambio, ese acuerdo permitirá a Sánchez acudir al 10-N con una mejora de pensiones que no sólo mantendrá el poder adquisitivo de las prestaciones, sino que las aumentará muy por encima del incremento del coste de la vida que prevé el Banco de España.
Esta sensible mejora, sin embargo, no evita que los jubilados hayan entrado ya en campaña electoral exigiendo que en 2020 las pensiones suban más del 0,25% que marca la actual ley y que, sin un Gobierno con capacidad de actuación, será la revalorización que previsiblemente se aplicará. Para ese año, la inflación estimada es del 1,1%, por lo que, en un principio, los pensionistas podrían perder capacidad de compra pero, sin duda, el futuro Ejecutivo corregirá esa situación en cuanto se forme.
Los funcionarios, por su parte, experimentaron una mejora salarial del 2,25% al principio de este ejercicio, incremento que forma parte del acuerdo multianual que firmó el anterior ministro de Hacienda y también de Función Pública, Cristóbal Montoro, con los representantes sindicales. A ello han sumado un 0,25% adicional que estaba ligado al crecimiento del PIB, y algunos de ellos han podido llegar, incluso, hasta el 2,75% gracias a los denominados fondos adicionales.
Precisamente para que recibiesen ese cuarto de punto vinculado al crecimiento económico, el PIB debía repuntar un 2,5% en 2018. En un primer momento, el Instituto Nacional de Estadística (INE) fijó en un 2,6% el avance, con lo que el Gobierno procedió a abonar un 0,25% adicional. Pero la pasada semana, este mismo organismo rebajó el dato al 2,4%, con lo que ese requisito ya no se estaría cumpliendo. Sin embargo, en el acuerdo se fijó que el dato a tomar en cuenta sería el avanzado, por lo que no habrá ningún tipo de revisión, explican desde Función Pública. En definitiva, que la mejora salarial de los funcionarios este año es de, al menos, un 2,5%, dato que es tres veces superior a de la inflación.
En cuanto a los motivos de esta baja inflación que está impulsado la capacidad adquisitiva de pensionistas y funcionarios -y que se mantendrá en el tiempo-, el Banco de España explica que «el dinamismo del componente energético ha sido inferior al esperado, como resultado de las sorpresas negativas en los precios de la electricidad, del gas y de los combustibles y carburantes». Especial mención realiza el supervisor de la situación del petróleo, que si bien ha registrado «una elevada volatilidad» en las últimas semanas, se encuentra en una tendencia de «abaratamiento y «caídas».
Fuente: El Mundo