Cadena de montaje de la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona).
Casi 12 años después, la Seguridad Social ha vuelto a marcar otro récord de afiliación. En junio subió en 75.584 el número de cotizantes y se llegó 19.517.697, según el Ministerio de Empleo. El anterior máximo se había alcanzado en julio de 2007, justo el mes anterior a que explotara en Estados Unidos la crisis de las hipotecas subprime y comenzara una crisis cuyas consecuencias todavía se ven en España. Una de esas heridas es el paro que, aunque también dio en junio buenas noticias -bajó en 63.805 desempleados registrados-, sigue por encima de los tres millones. Este dato sigue lejos de los mejores números de la serie.
A este récord de afiliación se llega pese a que la creación de empleo se va frenando. La velocidad de crucero de los años precedentes afloja su fuerza. Esos 75.584 afiliados más suponen el menor aumento en los últimos cuatro años. También se ve esa desaceleración en la evolución anual: en los últimos 12 meses hay 510.707 afiliados más, un 2,69%. Este último porcentaje, aunque sigue siendo bastante alto, se va reduciendo poco a poco.
Junio suele ser un buen mes para la creación de empleo. Las empresas todavía están completando sus plantillas para la temporalidad alta de turismo y para cubrir las vacaciones estivales. No obstante, estas contrataciones se atemperan en el saldo final por la salida de trabajadores en actividades como la educación, en la que al llegar el verano no se renuevan contratos que han estado vigentes durante el curso.
Esta dinámica se aprecia con claridad en las cifras de afiliación del régimen general, el de los asalariados. Los cotizantes aumentaron con claridad en ramas como la hostelería, con 37.225 nuevos trabajadores, ante la temporada alta del turismo. También subieron los empleados en Sanidad y Servicios Social, 31.799 afiliados más, justo cuando las plantillas menguan por las vacaciones y en lugares turísticos aumentan para hacer frente a la mayor población. También destacan las subidas de sectores como el comercio al por menor o la industria manufacturera.
La resta mayor llega por la Educación. Perdió 53.423 cotizantes, el 5,46% del total de sus afiliados, en un solo mes. Es probable que esta caída continúe en julio y, en cambio, se invierta en septiembre y octubre. Esa ha sido, al menos, su dinámica en los últimos años. No obstante, la tendencia de fondo es creciente en esta actividad, como lo es en Sanidad.
Otra de las tendencias de fondo que se aprecian es el aumento de las plantillas en la Administración. Tras los recortes que se produjeron al comenzar esta década, en los últimos ejercicios se está recuperando personal en el sector público. Esto se ve en el detalle de afiliación que, con un mes de decalaje, proporciona la Seguridad Social. En mayo de este año había 2,54 millones de afiliados en los tres niveles de la Administración (estatal, autonómico y local), un 3,95% más que en el mismo mes del año anterior.
Este último dato y su diferencia con el conjunto del mercado laboral lleva a la conclusión de que teniendo solo en cuenta al sector privado, la dinámica de creación de empleo vista en los últimos años se habría debilitado más.
Uno de los elementos que se observan también durante la primera mitad de este año es que los altos ritmos de contratación de los últimos ejercicios se están frenando. En lo que va de año se han firmado casi 11 millones de contratos, un 1,47% más que en la primera mitad de 2018. Esta reducción está muy influida por la bajada de la contratación indefinida, un 5,36% en lo que va de año. El Gobierno suele responder a este dato con el argumento de que este año ha desaparecido el contrato fijo que se creó en la reforma laboral, que permitía el despido gratis durante el primer año, y que sin eso los números serían muy distintos.
Fuente: El País