Pedro Sanchez saluda al presidente del Consejo Europeo Donald Tusk en la cumbre de ayer.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea lanzaron este martes el debate a Veintiocho sobre la renovación de los altos cargos de las instituciones comunitarias, aunque sin barajar todavía nombres, una negociación en la que varios países han empezado ya a tejer alianzas. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha desarrollado varios contactos con otras fuerzas socialdemócratas y liberales, mientras los jefes de Gobierno del Partido Popular Europeo apuestan por Manfred Weber, candidato de Angela Merkel.
El de anoche fue el primer encuentro de líderes tras las elecciones europeas, que el pasado domingo dibujaron una Eurocámara fragmentada en la que populares y socialdemócratas no han revalidado su mayoría y necesitarán contar con los liberales para el reparto de los cargos que se ponen sobre la mesa los próximos meses. Además del presidente de la Comisión, quedan pendientes de nombramiento los presidentes del Consejo, el Parlamento Europeo, el BCE y la Alta Representación de Política Exterior.
Tras aproximadamente cuatro horas de reunión en la que se han usado inhibidores de frecuencia para evitar filtraciones a la prensa a través de los teléfonos móviles, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, explicó en rueda de prensa que ningún candidato está excluido en la carrera por la presidencia de la Comisión, cuya nominación corresponde a los países.
Aunque la discusión durante la cena de líderes versó más sobre el proceso que sobre los nombres de potenciales candidatos, éstos ya habían sido protagonistas en las reuniones a varias bandas previas a la cumbre, donde comenzaron a forjarse las necesarias alianzas entre diferentes familias políticas.
Así, los ocho jefes de Gobierno del Partido Popular Europeo, con la canciller alemana Angela Merkel entre ellos, cierran filas en torno a su candidato principal, Manfred Weber, que se aferra a la legitimidad de ser el cabeza de la lista más votada a nivel europeo. En rueda de prensa tras el encuentro, Merkel defendió la candidatura de Weber y consideró que la experiencia previa en la Comisión, con la que el alemán no cuenta, no es necesaria para presidirla. Insistió, además, en que la UE debe "probar que tiene capacidad de actuar" y abogó por llegar con un nombre para presidir la Comisión al Consejo Europeo del próximo 20 de junio, deseo compartido por muchos de sus socios.
Socialdemócratas y liberales, por su parte, defendieron también la valía de sus candidatos, Frans Timmermans y Margrethe Vestager, respectivamente, pero la cena de este lunes entre los dos rostros más visibles de ambas familias políticas, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, deja entrever un esfuerzo conjunto para aupar a sus favoritos a los altos cargos.
En la misma línea, Sánchez y Macron se han reunido hoy para un almuerzo informal con el primer ministro portugués, Antonio Costa, el holandés, Mark Rutte y el belga, Charles Michel, un encuentro del que fuentes de Moncloa han destacado que "toma fuerza una alianza de fuerzas europeístas y progresistas". En su rueda de prensa final, Macron instó a "no replicar las viejas costumbres" y recordó que va a ser imposible lograr una mayoría en el Parlamento Europeo para validar los nuevos cargos "con solo dos partidos". "La clave es que quienes estén en los puestos más sensibles compartan el proyecto y sean los más carismáticos y competentes posible. No hay otra precondición", dijo.
La vía de elección del presidente de la Comisión separa al Parlamento Europeo del Consejo; para Tusk, presidente del consejo, es inaceptable el "automatismo" que supone el sistema de candidatos principales por el que aboga la Eurocámara, quien tiene el voto final. La mayoría de partidos europeos es partidaria de que el Consejo nomine a uno de los cabezas de lista de las formaciones, como el popular Manfred Weber o el socialdemócrata Frans Timmermans, pero los tratados no obligan a los países a optar por uno de ellos.
"Creo que estaba claro desde el principio, también en el Parlamento, que para el Consejo las obligaciones de los tratados son más importantes que los inventos e ideas políticas. Por eso repetimos nuestra posición de que no hay automatismos, y creo que para nuestros colegas en el Parlamento no es un problema aceptar este hecho", dijo Tusk. En este contexto añadió que quiere mantener "las mejores relaciones" con la Eurocámara durante las negociaciones.
El presidente del Consejo reiteró que durante las negociaciones buscarán mantener un equilibrio geográfico, de países grandes y pequeños, de afiliación política y de género, aunque por primera vez admitió que "en el mundo real un equilibrio perfecto puede ser difícil de obtener".
Sin embargo, sí que apuntó a que hay una mayoría entre los líderes que está dispuesta a cumplir con el equilibrio de género; esto es, que haya al menos dos mujeres en los cinco cargos en juego: las presidencias de la Comisión, el Consejo, el Parlamento (no elegido por los países) y el Banco Central Europeo y el alto representante de la UE para la política exterior.
Tusk anunció que, con vistas a tener un consenso en la cumbre de junio sobre las nominaciones, se reunirá próximamente con la conferencia de presidentes del Parlamento, aunque advirtió de que finalizar el proceso en el calendario previsto no depende "solo de su buena voluntad sino de la de todos los involucrados".
Fuente: Cinco Días